Y cómo será cuando tenga que comparecer el hombre ante su Señor en un Día Fijado que todos desearían eludir o, incluso, ser tierra. Y se les pregunte a esos que pretendían poseer la verdad y todo el conocimiento: “¿Quién decíais que os había creado?” Responderán rendidos ante la evidencia de ese día: “El asunto se volvió confuso para nosotros. No teníamos una clara imagen de cómo habíamos llegado a la existencia y pensamos que, quizás, nos habrían creado los dinosaurios.”
Y se le preguntará a otro grupo de los que no cesaban de elucubrar sobre las cosas de las que no tenían ningún conocimiento: “¿De qué hablabais cuando estabais en la Tierra?” “Decíamos que era imposible volver a la vida después de haber sido polvo. Y nos preguntábamos por el sentido de la existencia, y algunos de nosotros concluían que, dado que los más beneficiarios eran los gusanos que se alimentaban de nuestras carnes y de las de los animales, el objetivo del Universo no podía ser otro que el de alimentar a las lombrices.”
Y en eso devoraban su tiempo, como tratando de espantar una y otra vez una mosca que revolotease, insistentemente, alrededor de su cabeza. Parecía imposible que fuera a llegar este día, el nefasto Día de la Comparecencia, y, sin embargo, ya estaba en el pasado, en el origen. En el aturdimiento de ese día se consolaban unos a otros diciendo: “Había tantas fórmulas, tantas ecuaciones que parecían sostener a la casualidad, a ese errático principio de algo inexplicable y que era, al mismo tiempo, la causa de todo. Es lo que nos enseñaban los sabios: Las cosas son como son y no hay por qué buscar explicaciones estrambóticas que nos saquen y nos alejen de los logros científicos. Si hay mundo es porque lo hay y la prueba de que hay vida es que estamos vivos y ello desde hace no se sabe cuánto tiempo. Estamos rastreando las huellas de ese camino y llegar al principio o al final, depende de dónde nos situemos, nos puede llevar su tiempo.”
Mas ese tiempo ya ha llegado. El pasado ha recorrido su trayectoria hasta llegar al futuro, uniéndose ambos en el presente; cumpliéndose la totalidad del tiempo.
“Quizás se nos dé otra oportunidad para indagar sobre la verdad de las cosas, pues fuimos negligentes mientras duró nuestro plazo.” “No habrá tal oportunidad, pues se os dios el poder de la lógica, de la reflexión, del raciocinio. Teníais un libro abierto ante vuestros ojos que no quisisteis leer, un libro que os parecía demasiado simple para vuestro intelecto –se juntaban las nubes, caía agua del cielo que empapaba la tierra, fecundando las semillas que había en ella y produciendo hortalizas y cereales de todo tipo, de los que comían los animales y los propios seres humanos. No veías nada sorprendente en ello. No veíais que formase parte de un portentoso sistema de creación, como si hubieseis sido vosotros mismos los que lo hubieseis diseñado. Ahora veis otro mundo; mas si os dejásemos a vuestro aire, volverías al mismo encubrimiento.”
Vendrán más grupos a comparecer y tratarán de justificar su existencia: “No sabíamos que hubiera una tarea precisa a realizar. Nos vimos existiendo y decidimos jugar, divertirnos, pasar el tiempo en cosas banales que nos alegraban la vida. Pensábamos que los advertidores eran charlatanes que vendían productos mágicos.”
Habrá aún otros que no pronunciarán palabra. No tratarán de justificarse. Entenderán cómo los “sabios” les habían hecho vivir en un mundo subterráneo, un mundo sin luz. Pudieron haber salido de él, mas era tan cómodo vivir despreocupados… Ahora recordaban viejas tradiciones que habían escuchado a sus mayores y de las que se burlaban, pues no tenían en cuenta el progreso en el que vivían ellos. Prefieren no mirar. Caminan cabizbajos, pues nada bueno esperan que les sobrevenga en ese nefasto día.
(36) ¿Cree acaso el hombre que se le dejará solo, sin exigirle ninguna responsabilidad por sus actos? (37) ¿Acaso no fue una gota de un agua fecundadora eyaculada, (38) y fue luego un coágulo suspendido que conformó según Su plan y completó, dándole su estructura simétrica, (39) e hizo que fuera varón o hembra? (40) ¿Acaso no es Ese capaz de dar la vida a los muertos? (Corán 75-Sura del Resurgimiento, al-Qiyamah)