Las explosiones de supernova revelan detalles precisos de la energía oscura y la materia oscura

Un análisis de más de dos décadas de explosiones de supernovas impulsa de manera convincente las teorías cosmológicas modernas y revitaliza los esfuerzos para responder preguntas fundamentales.

Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics para SciTech Daily

Los astrofísicos han realizado un nuevo y poderoso análisis que establece los parámetros más precisos jamás vistos sobre la composición y evolución del universo. Con este análisis, denominado Panteón+ (Pantheon+,) los cosmólogos se encuentran en una encrucijada.

Panteón+ muestra de manera convincente que el cosmos está compuesto por aproximadamente dos tercios de energía oscura y un tercio de materia, predominantemente en forma de materia oscura, y se está expandiendo a un ritmo acelerado durante los últimos miles de millones de años. Tomando los datos en su conjunto, el nuevo análisis sostiene que el 66,2 por ciento del universo se manifiesta como energía oscura, siendo el 33,8 por ciento restante una combinación de materia oscura y materia. Sin embargo, Panteón+ también pone de manifiesto un gran desacuerdo sobre el ritmo de esa expansión que aún no se ha resuelto.

Al darle a las teorías cosmológicas modernas prevalecientes, conocidas como el Modelo Estándar de Cosmología, una base probatoria y estadística aún más firme, Panteón+ cierra aún más la puerta a las propuestas alternativas que explican la energía oscura y la materia oscura. Ambos forman los fundamentos del Modelo Estándar de Cosmología, pero aún no se han detectado directamente. Se encuentran entre los mayores misterios del modelo. Siguiendo los resultados de Pantheon+, los investigadores ahora pueden realizar pruebas de observación más precisas y perfeccionar las explicaciones del cosmos aparente.

Los resultados de Panteón+ podrían ayudar a señalar dónde se encuentra la solución a “la tensión del Hubble”. “Muchas teorías recientes han comenzado a apuntar a una nueva física exótica en el universo muy primitivo; sin embargo, tales teorías no verificadas deben resistir el proceso científico y la tensión del Hubble sigue siendo un desafío importante”, dice Dillon Brout (Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian).

En general, Pantheon+ ofrece a los científicos una mirada retrospectiva integral a lo largo de gran parte de la historia cósmica. Las supernovas más antiguas y distantes del conjunto de datos brillan a 10.700 millones de años luz de distancia, es decir, cuando el universo tenía aproximadamente una cuarta parte de su edad actual. En esa era anterior, la materia oscura y su gravedad asociada mantuvieron bajo control la tasa de expansión del universo. Tal estado de cosas cambió dramáticamente durante los siguientes miles de millones de años cuando la influencia de la energía oscura superó a la de la materia oscura. Desde entonces, la energía oscura ha arrojado los contenidos del cosmos cada vez más separados y a un ritmo cada vez mayor.

“Con este conjunto de datos que ofrece el Panteón+, obtenemos una visión precisa del universo desde el momento en que estuvo dominado por la materia oscura hasta que el universo quedó dominado por la energía oscura”, afirma Dillon Brout. «Este conjunto de datos es una oportunidad única para ver cómo se activa la energía oscura e impulsa la evolución del cosmos a escalas más grandes hasta el tiempo presente».

Es de esperar que estudiar este cambio ahora con evidencia estadística aún más sólida conduzca a nuevos conocimientos sobre la naturaleza enigmática de la energía oscura.

SONDAS: Tras haber chocado sus naves espaciales, sus teorías, sus sueños… contra el techo del cielo más bajo, no sabemos cómo regresarán a la Tierra; en qué estrafalarias cápsulas de fantasías y ficciones; pero lo que de cierto ha de ocurrir es su regreso a la realidad, a esta realidad que tanto detestan y de la quieren escapar a toda costa. Lo ha intentado Hollywood y lo ha intentado la NASA.

En el artículo que reproducimos a continuación vemos cómo el lenguaje trata de encubrir su fracaso y sus erróneas interpretaciones:

Los astrofísicos han realizado un nuevo y poderoso análisis que establece los parámetros más precisos jamás vistos sobre la composición y evolución del universo.

Mas analizar es ya interpretar, e interpretar es deformar la realidad con el subjetivismo del intérprete. Fijémonos en el hecho de que no cesan de aparecer artículos en los que se mencionan los “nuevos” análisis de esto y aquello; análisis definitivos, claros, contundentes, que son rechazados un mes después por “nuevos” análisis.

Y lo mismo sucede con el Universo. Teníamos la convicción de que el origen y la historia del Universo no guardaba ningún secreto para los astrofísicos y otros alienígenas, pero continuamente aparecen artículos en los que se asegura que con estos “nuevos” análisis ahora sí que lo vamos a saber todo sobre un cosmos encerrado en la retina del observador.

Esto son los titulares, titulares en los que deliberadamente se miente, se engaña al presunto lector, pues estos prestidigitadores saben que la mayoría de la gente no va a leer el texto, escrito con letra pequeña y abigarrada, quedándose con la falsa información del encabezamiento.

Con este análisis, denominado Panteón+ (Pantheon+,) los cosmólogos se encuentran en una encrucijada.

Empezamos mal, pues una encrucijada es un impasse, una situación de difícil o imposible solución. Sin embargo, y teniendo en cuenta que a nadie le importa resolver la encrucijada, el enigma… el Universo, se le ha dado un nombre a este análisis, a este “poderosísimo” análisis Panteón+ y de esta forma quedan resueltos todos los problemas; y si alguien no sabe todavía qué pasó con la resonancia cósmica 14 minutos después del Big Bang, que dirija su mirada a los datos del Panteón+.

Panteón+ muestra de manera convincente que el cosmos está compuesto por aproximadamente dos tercios de energía oscura y un tercio de materia, predominantemente en forma de materia oscura, y se está expandiendo a un ritmo acelerado durante los últimos miles de millones de años. Tomando los datos en su conjunto, el nuevo análisis sostiene que el 66,2 por ciento del universo se manifiesta como energía oscura, siendo el 33,8 por ciento restante una combinación de materia oscura y materia.

Y ya se sabe que lo que mal empieza, mal acaba, pues este Universo, aparentemente inocente, casual, sin más prurito que el de expandirse, resulta ahora que está propulsado por una energía oscura –eufemismo de invisible; o más exactamente –inexistente; pues es como decir “un cero a la derecha de un cero”; nada, pues. Y esta energía oscura, invisible, cero; cero energía… propulsa una materia en su mayor parte oscura, invisible, inexistente, nada de nada… junto a una raquítica, escuálida y enfermiza materia, esta vez visible, aunque siempre bajo la óptica deformada de la subjetividad humana.

Y a pesar de ello, a pesar de este oscurantismo, de esta invisibilidad, de esta nadería, los astrofísicos no tienen ningún problema en asegurar que el Universo funciona gracias a la teoría de la gravitación universal de Einstein –una gravitación tan oscura, invisible e inexistente como la energía y la materia que la hacen posible. O algo así.

Sin embargo, Panteón+ también pone de manifiesto un gran desacuerdo sobre el ritmo de esa expansión que aún no se ha resuelto.

El problema ahora se traslada a la velocidad o ritmo de expansión de un Universo oscuro, invisible, inexistente, que transporta poco más de su 5 por cien de materia en forma visible. Entonces ¿qué es lo que se expande? ¿Qué es lo que existe? Dirija sus preguntas al Panteón +.

Panteón+ cierra aún más la puerta a las propuestas alternativas que explican la energía oscura y la materia oscura. Ambos forman los fundamentos del Modelo Estándar de Cosmología, pero aún no se han detectado directamente. Se encuentran entre los mayores misterios del modelo.

Es decir, que tenemos una cosmología llena de misterios, y “misterio” no es un concepto científico; y entre estos misterios la materia y energía oscuras son uno de los mayores, que a su vez son el fundamento de esta cosmología. Y todo ello nos hace concluir que vivimos en un Universo tenebroso, donde todo es oscuro, indetectable. Y de ahí que muchos niños tengan miedo a la oscuridad.

Los resultados de Panteón+ podrían ayudar a señalar dónde se encuentra la solución a “la tensión del Hubble”. “Muchas teorías recientes han comenzado a apuntar a una nueva física exótica en el universo muy primitivo; sin embargo, tales teorías no verificadas deben resistir el proceso científico y la tensión del Hubble sigue siendo un desafío importante”, dice Dillon Brout (Centro de Astrofísica del Harvard y Smithsonian).

Bien, ya estamos volviendo a la Tierra. Los astrofísicos empiezan a utilizar una terminología reconocible: “física exótica” –que es lo mismo que decir física tropical; y tropical nos surgiere deliciosos batidos de coco, papayas, mangos, hawaianas bailando danzas cósmicas con un tsunami de fondo. Ahora empezamos a comprender la tensión que sufre el pobre Hubble, solo, vagando por esa interminable y oscura materia.

En general, Panteón+ ofrece a los científicos una mirada retrospectiva integral a lo largo de gran parte de la historia cósmica. Las supernovas más antiguas y distantes del conjunto de datos brillan a 10.700 millones de años luz de distancia, es decir, cuando el universo tenía aproximadamente una cuarta parte de su edad actual. En esa era temprana, la materia oscura y su gravedad asociada mantuvieron bajo control la tasa de expansión del universo. Tal estado de cosas cambió dramáticamente durante los siguientes miles de millones de años cuando la influencia de la energía oscura superó a la de la materia oscura. Desde entonces, la energía oscura ha arrojado los contenidos del cosmos cada vez más separados y a un ritmo cada vez mayor.

Para que vean los escépticos –a pesar de todas las encrucijadas, de las tinieblas que constituyen más del 90 por cien del territorio Universo, ahí está el Panteón+ y sus analistas describiéndonos la historia del Cosmos, hablando de miles de millones de años, aunque si les preguntas por las guerras púnicas, te dirán que es un periodo histórico lejano, del que no hay mucha documentación escrita, y que, por lo tanto, objetivamente hablando, no hay nada seguro. Demasiado chocante, demasiada simplicidad explicativa. Así de sencillo. Aquel equilibrio entre la materia y la energía oscura en un momento determinado de su devenir histórico, mucho antes de las guerras púnicas, se desarmonizó, comenzando una trepidante expansión.

Mas no entendemos dónde está el problema. ¿Quién dijo en el momento en el que dio comienzo la gran expansión Big Bananera que el Universo no debía expandirse o debía expandirse, y si se expandía, debería hacerlo a tal o cual velocidad? Éste, obviamente, no es el problema. Lo realmente perturbador es que la Cosmología Estándar, es decir, aceptada por la ciencia, esté fundamentada en misterios y en un Universo prácticamente inexistente, con hipotéticas energías y materias oscuras, invisibles, indetectables; y todo ello para que se sostenga la teoría de que hay gravedad y de que es esta gravedad la que mantiene cohesionados todos los elementos del Cosmos. Sin embargo, en vez de gravedad, en tanto que fuerza o ley, lo que existe es una energía que opera desde fuera del Universo y que es la que dirige todo cuanto hay en él.

No obstante, lo más sorprendente es que Panteón+ , y no sabemos si este término hace referencia a dioses o muertos, cierra la puerta a todas las teorías, hipótesis, interpretaciones anteriores a sus análisis y deja en el aire a la “física exótica” hasta asegurarse de que pasa el examen del método científico; pero ellos, los analistas del Panteón+, no tienen ningún reparo en decirnos que, probablemente, el equilibrio de fuerzas entre la materia oscura y la energía oscura se rompió hace miles de billones de años, y ello hizo que el Universo acelerase su expansión. Y esto sí que es científico. ¿Es científico hablar de la historia del Universo, describiendo una materia cuya existencia es inverificable, sufriendo una mayor influencia de una gigantesca energía tan oscura e inverificable como esa materia a la que empujó y aceleró –no se sabe cuándo, no se sabe cómo, no se sabe por qué? ¿Es esto científico?

Mas la ciencia puede hablar de materia invisible, de energía etérea indetectable; pero nadie más puede hacerlo, ya que quedará tachado de incongruente, metafísico o religioso –tres conceptos intolerables para el “método científico”.

“Con este conjunto de datos que ofrece el Pantheon+, obtenemos una visión precisa del universo desde el momento en que estuvo dominado por la materia oscura hasta que el universo quedó dominado por la energía oscura”, afirma Dillon Brout.

Si el Universo estuvo dominado por la materia oscura durante un periodo de tiempo, ¿cuál era la función de la energía oscura –nada menos que el 66 por cien del Universo? Después fue la energía oscura la que se volvió dominante. Mas ¿cuál pudieron ser las consecuencias, aparte de una mayor aceleración de los elementos que conforman el Cosmos? Con un raquítico Universo cuya materia visible ocupa tan solo el 5 por cien de la materia, ¿cómo puede hablar Panteón+ de que ahora tiene información precisa y detallada de la historia del Universo, de su devenir, cuando todo, en realidad es un conjunto de misterios e hipótesis inverificables.

«Este conjunto de datos es una oportunidad única para ver cómo se activa la energía oscura e impulsa la evolución del cosmos a escalas más grandes hasta el tiempo presente». Es de esperar que estudiar este cambio ahora con evidencia estadística aún más sólida conduzca a nuevos conocimientos sobre la naturaleza enigmática de la energía oscura.

Sin duda, que es una oportunidad única para salirse del ámbito de la ciencia y no volver a entrar en él nunca más.

(27) ¿Sois vosotros más difíciles de crear o el cielo que Él edificó? (Corán, sura 79)

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