Chris Black para World Tribune
Si alguien quiere ganar, elige los pasos más efectivos para lograr sus objetivos. Las acciones del liderazgo ruso, por otro lado, han sido consistentemente las peores para lograr la victoria.
1) Toda ofensiva es eficaz cuando se lanza repentina e inesperadamente. Sin embargo, Putin mantuvo a los soldados rusos en la frontera con Ucrania durante más de un mes antes de la ofensiva, lo que permitió que Estados Unidos se preparase para un possible ataque, dándole a Ucrania muchos sistemas de misiles antitanque Javelin, que luego se usaron para destruir los convoyes rusos. Además, los soldados se mantuvieron en invierno en condiciones de campo y muchos se enfermaron.
2) Para una ofensiva exitosa, generalmente se elige la época más conveniente del año. Por ejemplo, Hitler atacó a Rusia en junio. ¿Qué fecha eligió Putin? A fines de febrero, cuando el barro, la lluvia y la nieve impidieron que los vehículos se movieran por el territorio ucraniano. Muchos equipos quedaron atascados en los campos ucranianos. El final de febrero es el peor momento para una ofensiva.
3) El éxito de la ofensiva depende de la correcta elección del lugar. Por lo general, uno elige el lugar más débil, o el lugar en el que las tropas enemigas no tengan suficientes suministros. Por regla general, las fuerzas para un ataque se concentran en una o dos direcciones principales. ¿Qué ha hecho Putin? Dividió las fuerzas del ejército ruso en ocho direcciones. Por lo tanto, no había dirección principal del ataque. Teniendo en cuenta que las fuerzas que avanzaban también eran menos numerosas que las ucranianas (lo que contradice las reglas del arte militar), se puede argumentar que el fracaso estaba predeterminado.
4) Un grupo ruso de 25.000 hombres fue lanzado sobre Kiev. Es imposible tomar una ciudad tan grande con una fuerza tan pequeña, esto es pura locura.
5) Después de los primeros fracasos, fue posible reagrupar las fuerzas y elegir la dirección más vulnerable para atacar. En cambio, Putin y sus generales eligieron… la dirección más fortificada y poco prometedora en la que los ucranianos se habían atrincherado y fortalecido durante ocho años –la aglomeración de Donbass, donde destruyeron las fuerzas del ejército ruso con ataques frontales.
Respóndete a ti mismo: ¿quién puede dirigir una guerra de esta manera, los partidarios de la victoria de Rusia o sus enemigos? Se podría incluso argumentar que el liderazgo ruso está luchando del lado del enemigo.
6) En los primeros días la aviación de la Federación Rusa no funcionó en absoluto, lo que también ayudó a los defensores. En algunos lugares, la aviación no operó durante casi un mes. Además, la aviación rusa es ineficaz y no se puede hablar de supremacía aérea.
7) Putin y sus propagandistas han estado diciendo durante años lo bien que han entrenado y reequipado al ejército ruso, pero casi no vemos armas nuevas. Luchan exclusivamente con el antiguo equipo soviético. No hay tanques Armata, que se han mostrado en la televisión durante años. Ni siquiera hay tanques soviéticos T-90, de los había, aparentemente, alrededor de 250; aunque India, por ejemplo, tiene 1000 de esos tanques. No hay suficientes drones. No hay misiles guiados para la aviación, lo que hace que ésta sea ineficaz.
8) Después de capturar los suburbios de Kiev, Putin retiró sus tropas. Muchos oficiales militares señalan que no había tal necesidad.
9) La rendición de Jerson es bastante extraña. El mismo Strelkov dijo que no había tal necesidad. Esto solo puede explicarse por arreglos clandestinos, como la oportunidad de comerciar con munición.
10) El acorazado «Moscú», el más grande de la flota rusa, fue destruido en extrañas circunstancias. Parece como si hubiera sido llevado deliberadamente al matadero. No estaba equipado con suficiente defensa aérea y debería haber estado acompañado por otros barcos, pero no fue así.
Pero no es solo el lado de Rusia el que muestra muchas rarezas en esta falsa guerra.
Observemos la ofensiva de las fuerzas ucranianas en las regiones de Jarkov y Jerson.
Después de ocupar rápidamente territorios que el ejército ruso prácticamente había abandonado sin luchar, la ofensiva se detuvo repentinamente, aunque en tales casos es necesario exprimir al máximo la situación mientras el enemigo está desmoralizado. No obstante, los Estados Unidos y sus aliados de repente comenzaron a hablar de problemas con la transferencia de equipos y la guerra fue suspendida.
Esto significa que aquellos que realmente dirigen la guerra no necesitan una victoria ucraniana, al igual que no necesitan una victoria para Rusia. El propósito de la guerra es la guerra misma. En mi opinión, Putin en esta guerra es el ejecutor de la voluntad de alguna otra persona.
Eliminemos el valor de la vida y tratemos de averiguar quién se beneficiará más de esta guerra y este factor es más probable que esté detrás de todo esto. Estados Unidos no necesita una Rusia fuerte ni necesita que Rusia sea destruida. Se conforman con un enemigo que pueden usar con fines propagandísticos y ni siquiera me refiero al hecho de que Putin básicamente resucitó a la OTAN, impulsó la producción de armamento estadounidense, permitió que Estados Unidos se apoderara de los mercados europeos de gas y petróleo, etc. El único país que realmente se beneficia de esta guerra es Estados Unidos. ¿Y quién gobierna los Estados Unidos?
¿Sí? ¿Dígame?
Esta guerra se acabará solo cuando las nuevas ciudades estén terminadas, cuando los autos eléctricos dominen el transporte y cuando todos comamos gusanos procesados.

SONDAS: Ya nos parecía desde el principio de la contienda ruso-ucraniana que ésta iba a ser el siguiente montaje después del de la pandemia, y junto al cada vez más estrafalario montaje climático. Mas si el beneficiario de esta puesta en escena fuera a ser Estados Unidos, ¿por qué Rusia aceptaría una situación semejante?
Sin embargo, quizás la clave de este embrollo la encontremos en el hecho de que Europa ha dejado de ser uno de los actores. Simplemente sigue las órdenes de Norteamérica –tuvo que participar a regañadientes en las guerras de Iraq (contra sus intereses), tuvo que enviar tropas a Afganistán, se involucró en la “primavera árabe”, apoyó –confusamente– a Guaidó y a Áñez. Y mientras todo esto sucedía, Francia no dejaba de hablar ni de proponer un ejército europeo cuando ni siquiera se ha logrado que todos los miembros de la Unión Europea se adhieran al euro. Europa, como tal, no tiene política exterior ni una clara política económica. Y ello porque Europa no existe. Es una entelequia que no puede funcionar. Cada país que conforma esta “desunión” se ha ganado la soberanía con interminables guerras, en muchos casos y en muchas ocasiones en guerras entre europeos.
Alemania es enemiga de Francia; Francia lo es de España; España del Reino Unido, y éste –de todos, de cualquiera que intente adquirir la supremacía europea. Por lo tanto, Europa no es un bloque, un sólido bloque unificado, una verdadera unión. Y ello hace muy difícil, casi imposible, aceptar a Europa como a un interlocutor válido, con capacidad decisoria. Y esta situación, esta enorme diversidad de naciones, hace inviable una auténtica globalización, ya que, en última instancia, globalización significa “uno” –un poder, una política, una economía, una policía, una agencia de inteligencia…
Por lo tanto, la primera condición para ir avanzando en esta ideología anti-natura de la globalización, es la de re-agrupar a todos los países en no más de 4 o 5 bloques, con una sola voz en cada uno de ellos, con un solo negociador. Una vez que Rusia integre en su “federación” a todas las ex repúblicas soviéticas, los países europeos tendrán que irse alineando con uno de esos 4 o 5 bloques, pues ningún país europeo podrá aglutinar al resto. Parece evidente que el Reino Unido, los Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda podría ser uno de estos bloques. La Federación Rusa, completa, podría ser otro. El tercero, sin duda, sería China.
Sin embargo, este juego geo-político es el más complicado al que se pueda jugar, pues el Altísimo ha establecido la diversidad como la base sobre la que se han generado los pueblos, las idiosincrasias. Y esa base es demasiado sólida para que los hombres, incluso con el apoyo de los yin, puedan destruirla, puedan cambiarla por una terrorífica y robótica globalización.