En 2001, siguiendo una serie de inquietantes películas en las que se desmonta la trama del sistema, especialmente en “Matrix”, pero también en “The Village”, “Dark City” y “Truman Show”… se estrena “Left Behind” del director Vic Sarin, en la que, tomando como fondo profético ciertos pasajes del Antiguo Testamento, los verdaderos creyentes son arrebatos al cielo, cayéndose al suelo la ropa que llevaban puesta en ese momento, ante la perplejidad y casi terror de los que presencian este inexplicable fenómeno. Es arrebatado el conductor de un camión y éste se precipita puente abajo, aplastando varios coches que circulaban por este escalextric; varios aviones se quedan sin piloto… y de esta forma una catástrofe sucede a la otra.
Estos pasajes bíblicos son, curiosamente, muy hollywoodenses y, por lo tanto, alejados de la realidad. Mas si los cristianos se han tenido que tragar un diluvio “universal”, en el que cuatrillones de especies tuvieron que convivir en el arca en la más irracional hermandad Disney, sin que ni por un instante hayan dudado de esa versión y la hayan confrontado con otras más plausibles, ¿por qué no iban a aceptar que la paulatina desaparición de los creyentes tenga lugar como lo presenta Vic Sarin en “Left Behind” (Dejados atrás).
Mas esos arrebatos son contrarios al sistema del Altísimo. Los cuerpos deben quedar en la Tierra, dentro de ella, en tumbas; o en aberrantes nichos. Nadie atraviesa la barrera de la vida con su cuerpo, pues este cuerpo nuestro, de barro, humano, no podría sobrevivir a la vida post-mortem.
Sin embargo, hay una cierta verdad en el planteamiento general de la película, aunque el aspecto fundamental no se toque. Y este aspecto transcendental, y al mismo tiempo básico, es que este universo se ha hecho únicamente para el insan, para el hombre. Mas la mayoría de estos hombres se han despreocupado de la tarea que se les había asignado al venir a la existencia –conectar con la órbita divina, reconocer a su Creador y agradecerle haberle traído a este mundo, haberle preparado un largo y grandioso viaje. Por lo tanto, si tomamos este hecho como una ecuación matemática, tendremos que despejar el concepto insan, hombre, de forma que quede eliminado el conjunto negligentes, y todo ello sea igual a creyentes. Por lo tanto, en última instancia, esta creación dejará de tener sentido cuando desaparezca el último creyente, pues no ha sido ideada para los animales, las plantas… o los negligentes, los ghafilun.
En el Nuevo Testamente Isa dice a sus discípulos: “Vosotros sois la sal de la Tierra”; es decir, lo que da gusto, lo que da sabor. Si la sal desaparece de la Tierra, ésta se convertirá en un desierto, en una tierra estéril. Los que niegan esta realidad, como los ghafilun, no se dan cuenta de que nada de lo que existe es para ellos.
Cuando el último creyente haya muerto, la vida en la Tierra dejará de tener sentido y, por lo tanto, se establecerá la Hora; y esta Tierra y estos Cielos serán cambiados por otros. Se establecerá la Balanza y habrá Juicio. Y se les dirá a estos negligentes, a los que negaban esta realidad, al papa Francisco: “Mirad al fuego. ¿No era eso lo que negabais? Ahora podréis saciar vuestra sed con él.”
(20) En cuanto a los rebeldes, tendrán el fuego por morada. Cada vez que quieran salir de él, allí serán devueltos y se les dirá: “¡Gustad el castigo del fuego, ese que negabais!” (Corán 32-Sura de la postración, as Sayda)