No puede haber mejor oportunidad para llenar los media de basura cultural que noticias de este tipo, ya que la cultura es el substrato sobre el que se mueven las sociedades y la política de occidente.
La única diferencia real entre republicanos y demócratas es la cultura, los valores, las modas ideológicas, las opiniones sin argumentos, las elucubraciones. Los demócratas apoyan incondicionalmente toda perversión de géneros, las extravagancias, los despilfarros, las excentricidades, la libertad sin más prohibiciones que declarar la verdad. Los republicanos son algo más “puritanos”, algunos, pues la familia Trump podría militar, a nivel moral, en el partido demócrata y nadie lo notaría.
Entendemos, pues, que la prensa occidental demócrata airee y publicite el acontecimiento Karl Lagerfeld como un recordatorio de por donde van los tiros, de que cualquier reminiscencia de moralidad es ya un indicio de terrorismo, de intento de socavar los cimientos de la “civilización” occidental. Más lo que nos llena de perplejidad es el hecho de que Russia Today y Sputnik hayan tratado el asunto de la misma manera. Es indudable que tenían que dar la noticia, pero no para unirse al patético y siniestro homenaje a esa caricatura humana, a ese esperpento sin consciencia que en el último rizo de la grotesca pirueta que exige el espectáculo, declaró:
«Nunca pensé que llegaría a enamoraría así de un gato,» admitió Lagerfeld en una entrevista de televisión, agregando con pesar: «Todavía no hay matrimonio para seres humanos y animales».
Lo cual no quiere decir que no haya disfrutado de su gato conyugalmente.
¿Es a este personaje al que se rinde homenaje? ¿Acaso la diferencia de RT y Sputnik con la prensa occidental estriba únicamente en apoyar la política de Rusia y de sus aliados? ¿Nada más? Si un bloque de poder o un medio de comunicación no se diferencia del resto en su proyección cultural, en su asunción de valores claros y coherentes que reflejen su ideología política y sus propuestas sociales, entonces ese bloque será fácilmente asimilado y desaparecerá.
La gente no sigue a la religión dominante ni a los ejércitos más poderosos ni a las economías más avanzadas, sino a la cultura dominante, a los valores dominantes, a la naturaleza artificial que la cultura superpone a la naturaleza natural que le es propia al ser humano.
La forma de contrarrestar esta cultura del vicio y de la degradación humana, esta cultura occidental que homenajea a tipos como este fantoche, es publicitando una y otra vez los valores y comportamientos que le son propios al hombre –luchar y esforzarse por formar una familia, por construir sus cimientos, por levantarla y sostenerla; resistir al canto de sirena tecnológico; cambiar el individualismo por las reuniones de amigos y familiares; cambiar el gregarismo por la investigación y el análisis; visitar a los enfermos; ayudar a sostener a los huérfanos; hacer de cada una de las comidas del día un lugar de reunión; denunciar los abusos y las injusticias y ayudar a quien los denuncia; cambiar la igualdad de sexos por la colaboración y el respeto por las funciones de cada uno; pasar a las siguientes generaciones la realidad de nuestra existencia: Hay un creador que se ha comunicado con los hombres a través del sistema profético, desde Adam hasta Muhammad, habrá resurrección y habrá juicio, habrá fuego y habrá jardines… mientras duren los cielos y la Tierra.
¿Qué nos ofrece, a cambio, la cultura occidental? Moda, modelos, alcohol, drogas, perversiones, ignorancia, sobre todo, ignorancia. Estas son unas de las últimas declaraciones de Karl Lagerfeld:
Karl Lagerfeld ha sido denunciado ante el organismo de control de radiodifusión francés por afirmar que la presencia de inmigrantes musulmanes en Alemania era una afrenta para las víctimas judías del holocausto.
‘No se puede matar a millones de judíos y luego permitir la entrada a millones de sus peores enemigos, incluso si han pasado décadas’ (Karl Lagerfeld).
Karl no sabía de lo que estaba hablando. Estos engendros cuando más elocuentes se sienten es mientras se hacen la permanente. ¿Qué tiene que ver el supuesto holocausto judío con los musulmanes? Los judíos han sido siempre perseguidos, asesinados o expulsados por los cristianos, y en la mayoría de los casos no han encontrado otro refugio al que huir que los países musulmanes. Podríamos contarle una larga historia a Karl, pero los muertos como él no oyen y aún si estuviera vivo, sería más provechoso contársela a su gato.
La cultura occidental está presente en cada célula de los individuos y de las sociedades que la siguen. Esta es la familia presidencial –un idiota y dos modelos. Nada que reprochar. Nada de lo que avergonzarse –Melania posa junto a Karl, junto al icono, junto al Kaiser. ¿Qué más se puede pedir a la mujer de un presidente norteamericano? Es una mujer independiente. Abandonó su país para hacer fortuna y fama y ha logrado ambas cosas, si bien socialmente no tiene gancho, pues no tiene nada que decir, es una modelo –poses, desfiles, exhibición, trivialidad. La cultura occidental es una pose, un gesto bien estudiado, un lema, una excentricidad… algo que recordar.
Malania está triste. ¿Qué le pasará a Melania? Que ha muerto su icono, su Kaiser, la persona con la que tanto se divertía. Con él todo era fácil, excitante –fotos, reportajes, pasadera… fama, superficialidad. Le ha mandado un twitter:
“Hoy el mundo ha perdido un genio creativo. Te extrañaremos Karl.”
¿Cuál es el legado de Karl Lagerfeld? Moda, cultura, el substrato de Occidente. Sin embargo, la realidad absoluta y transcendental, la existencia a la que estamos inevitablemente sujetos, es muy diferente de lo que Karl pensaba y de lo que el papa Francisco piensa. Ahora el fantoche sabe la verdad, la ve, la palpa, la siente. ¡Francisco! Pregúntale al diseñador de moda si existe el infierno. Sólo escucharás un grito ensordecedor. Aprende, pues, la lección. No encubras la verdad para apoyar la agenda judía.
Entendemos que Occidente llore la muerte de un icono de su cultura, pero no entendemos que la prensa rusa y china le rindan homenaje con tanta o más pasión que ellos. El verdadero enemigo del bloque emergente no son las armas de destrucción masiva que sí poseen los Estados Unidos y sus aliados, sino la cultura judeo-cristiana que hace dos milenios que se ha asentado en Europa y más tarde en Norteamérica, estableciendo sociedades materialistas y ateas bajo una hipócrita y corrosiva afiliación religiosa.
Karl Lagerfeld, y todo lo que representa, es el enemigo de la naturaleza primigenia del hombre –sus diseños la cubren, la falsifican, la ahogan.
Si realmente China y Rusia quieren ser una alternativa a Occidente, tendrán que empezar por contrarrestar su cultura ensalzando y enalteciendo a los verdaderos iconos de la humanidad, esos que promueven los valores propios de la naturaleza humana, guían a la verdad y a la rectitud y son luz entre la gente. Melania va a extrañar mucho a Karl, pero seguro que ni se acuerda del profeta Muhammad (s.a.s), de Isa, de Musa, de Ibrahim. En su memoria sólo le ha quedado espacio para almacenar datos de diseñadores, de generadores de cultura, de encubridores.
A estos engendros los producen mediante abuso ritual satánico desde que nacen.
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Engendro de ser humano es lo único que se me ocurre. Como dice el Corán cuando acontezca lo que tenga que acontecer ya no podrán desmentirlo, ahora estará saboreando el dolor más terrible que puede sentir un ser humano.
Pobre desgraciado dónde están sus luces y focos ahora???
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Así es, son auténticos demonios fabricados en las logias judio-masónicas. Desde niños los sodomizan y traumatizan para producir a un auténtico psicópata y que sirva de modelo a toda la sociedad la que se pretende pervertir.
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