El actor irlandés Liam Neeson acaba de crear una gran controversia y una ola de protestas que le están causando muchos disgustos, y que tienen que ver con su última película “Caza mortal” (Cold pursuit), en la que interpreta al operador de un quitanieves que se venga de los narcotraficantes a los que culpa de la muerte de su hijo. Nos imaginamos la trama –un hombre, un trabajador normal y corriente convertido en Superman, pone de rodillas a todo un cartel, seguro que mejicano, dadas las circunstancias y situación actual en la frontera sur de los Estados Unidos. Claramente, producción pro-Trumpista.
En una entrevista con el periódico Independent (que viene acompañada de la advertencia Contiene un lenguaje fuerte, algo de contenido sexual y algo de violencia), concedida unos días antes del estreno de la película en Nueva York y Canadá, Liam Neeson dijo (citamos a BBC News, Entertainment & Arts, 11 de febrero, 2019):
Te contaré algo que ocurrió de verdad, hace años. No voy a usar nombres. Volvía de un viaje, y ella me dijo que la habían violado. Debo decir que no lo llevaba mal. Mi reacción inmediata… le pregunté: “¿Sabes quién lo ha hecho?” Me dijo: “No”. Seguí preguntándole: “¿Era blanco?” Ella dijo que era una persona de color. Estuve dando vueltas por la zona con un bate de beisbol con la esperanza de que alguien se me acercase… que algún cabrón negro saliera de un pub y se metiera conmigo… para matarle a palos. Y lo hice durante tal vez una semana, aunque me avergüenza confesarlo. Fue horrible, horrible, cuando pienso en lo que hice. Nunca se lo había contado a nadie, y ahora me extraña que se lo diga a una periodista. Dios así lo ha querido.
Pero aprendí una lección con todo esto, cuando finalmente pensé “qué estás haciendo”, ¿sabes? Vengo de una sociedad… de Irlanda del Norte; crecí en la época de los Conflictos. Conocí a un par de tipos que murieron en una huelga de hambre y tenía conocidos que estaban muy atrapados en los problemas de Irlanda de aquella época. Entiendo la necesidad de venganza, pero veo que solo conduce a más venganza, a más y más matanzas. Irlanda del Norte es una prueba de ello. Todo lo que está sucediendo en el mundo, la violencia, es una prueba de ello. Pero eso es… la necesidad primordial, según entiendo ahora.
Ante semejante atropello racista los cielos del mundo civilizado se estremecían de rabia y el infierno de furia. Ese mismo día, se cancelaba la alfombra roja para el estreno en Nueva York, aunque la proyección se llevó a cabo. El martes, durante un concierto en Sídney, Australia, la cantante inglesa Lily Allen se unía al coro de desaprobación al dedicar al actor su canción titulada Fuck You con estas palabras: «Por lo general, le dedico esta canción a Donald Trump, pero hoy me siento más disgustada con Liam Neeson, por lo que esta vez se la dedico a él.”
El actor intentaba defenderse: “Estaba tratando de proteger el honor… de defender a mi querida amiga de esta manera terriblemente medieval”, dijo al programa de ABC Good Morning America.
Ronn Torossian, un conocido especialista “de la gestión de crisis» de la firma de relaciones públicas 5W Public Relations, con sede en Nueva York, cree que Neeson todavía puede “salvar su imagen” siempre que ofrezca más muestras de contrición: “Necesita seguir disculpándose y decir abiertamente que cometió un error, en lugar de tratar de defender su forma de actuar o añadir más contexto”, dijo a la BBC.
El director norteamericano Spike Lee estuvo entre muchos que criticaron al actor por sus comentarios, y le dijo a la BBC que “no sabía por qué lo había hecho”. “La gente tiene que entender la historia”, dijo el cineasta estadounidense en el programa de Andrew Marr: “Quién sabe cuántos hombres negros inocentes han sido asesinados, castrados, linchados o dañados, o pasaron un tiempo en la cárcel, solo porque una mujer blanca dijo que el negro la violó”.
Exactamente. Hay que entender la historia y hay que entenderla bien, pero para poder hacerlo hay que primero conocerla, y eso es imposible si tenemos en cuenta cómo funcionan los medios de comunicación y el sistema educativo en el país de Spike Lee –los Estados Unidos.
Una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS publicada recientemente reveló que el 12 por ciento de norteamericanos no saben quién es Mike Pence. Casi mitad, cincuenta por ciento, de norteamericanos nunca han oído hablar del Brexit según la encuesta publicada en Bookmarks.tv. y comentada por Ciaran McGrath en Express. Esto último lo corrobora el documentalista Michael Moore en una de las entrevistas con Good Morning America.
Nos preguntamos si Spike Lee ha oído hablar alguna vez de las atrocidades cometidas por Barry McCaffrey, comandante de la 24ª División de Infantería del ejército estadounidense durante la guerra de Iraq, como la de ametrallar a 350 prisioneros iraquíes desarmados. O si alguna vez ha oído del bombardeo del búnker de Al-Amiriya en Bagdad en febrero de 1991, que incineró a 408 personas, en su mayoría mujeres y niños. Eso no fue un error. Como en Vietnam, como en Serbia y Kosovo, como diariamente en Palestina, los civiles no fueron, no son, asesinados por error, sino atacados a propósito. Nos preguntamos también si alguna vez ha oído hablar de que tres brigadas estadounidenses de la Primera División de Infantería Mecanizada, «utilizaron quitanieves montados en tanques y removedores de tierra de combate para enterrar vivos a soldados iraquíes, muchos de ellos heridos, en más de 100 km de trincheras». Un comandante de brigada, el coronel Anthony Moreno, dijo: «Por lo que sé, podríamos haber matado a miles».
No es esa la historia que se enseña en las escuelas ni universidades, ¿verdad? Esta historia no está en los medios de comunicación ni en los “graciosos” programas nocturnos de entrevistas y, ese, realmente, es el problema. Así que estamos totalmente de acuerdo –“la gente tiene que entender la historia”… y primero tiene que aprenderla.
¿Se ha disculpado el gobierno estadounidense por las atrocidades contra los esclavos negros? ¿Se ha disculpado el gobierno británico por su horripilante pasado en Australia o La India?
No le recomendamos a Liam Neeson que siga el consejo del especialista en crisis con sede en Nueva York. ¿Se ha disculpado el gobierno estadounidense por las atrocidades contra los esclavos negros? ¿Se ha disculpado el gobierno británico por su horripilante pasado en Australia o La India? ¿Se han disculpado los belgas por las atrocidades cometidas contra los negros en el Congo, llamado entonces “belga”? Incluso los británicos estaban horrorizados. ¿Ha pedido perdón, de rodillas, el gobierno holandés por el apartheid de Sudáfrica? Ningún gobierno se ha disculpado ni se disculpa de nada, más bien intenta meter la historia bajo la alfombra. Incluso hoy se habla de los chinos como “amarillos” o “chinitos” y los japoneses recibieron tal palo que darían cualquier cosa por no tener los ojos sesgados. De hecho, muchos se los operan, sobre todo las mujeres.
Queda claro que Neeson no ha matado a nadie. Según cuenta, tuvo esta intención, pero la ley no juzga las intenciones. Sin embargo, los países a los que todos los enfurecidos por el “racismo” del actor representan sí que han matado a millones de seres humanos, y no en la prehistoria (aunque también), sino ahora, hace unos meses, en los últimos años, ayer… y siguen haciéndolo. ¿Acaso no es este racismo mucho más peligroso y vergonzoso que mencionar a un “cabrón negro” en un estado de cierta alteración mental? Sus países han invadido y destruido a Oriente Medio, por ejemplo, casi por completo. Han matado a millones de civiles. Han causado una crisis de la que el especialista en crisis Ronn Torossian de la empresa 5W Public Relations con sede en Nueva York seguramente ni se ha enterado, pero que ha resultado en millones de desplazados, ahogados, acribillados a balas o reventados por bombas. Es un racismo igual, o peor, que el mencionado por Spike Lee.
El hombre blanco es racista y siempre ha sido racista…
El hombre blanco es racista y siempre ha sido racista, y esta verdad hay que afrontarla y analizarla sin hipocresía; y el más racista de todos es el hombre blanco, anglosajón y protestante y, por lo tanto, exigir disculpas por ser racista a un británico de origen irlandés es una incongruencia y un trasnochado cinismo. El hombre blanco, anglosajón y protestante es racista incluso con los propios blancos que incumplen alguna de las otras dos condiciones –que sirva de ejemplo el trato que recibieron los irlandeses en los Estados Unidos; hasta hoy siguen siendo ciudadanos de segunda. Que sirva de ejemplo el trato que sufrieron los nativos americanos, injustamente llamados “pieles rojas”, y ahora prácticamente extinguidos. Que sirva de ejemplo la suerte de la población nativa de Australia. ¿No debería Spike Lee abogar para que se enseñe esa historia también en su país?
Hay otro aspecto en todo ello que Neeson, de hecho, menciona –la venganza, “la necesidad primordial”, como él la llama. Tiene razón. De nuevo, no seamos hipócritas. La necesidad de vengarse es parte integral de la condición humana, no tiene ningún sentido decir que es algo “medieval”. Es la única justicia que el hombre acepta como pago por el mal que ha sufrido y la única que le puede devolver la tranquilidad. También este aspecto de nuestro carácter se intenta encubrir con demandas imposibles, como la de poner la otra mejilla, por ejemplo. Sin embargo, nadie hablaba de la otra mejilla cuando se cayeron las torres gemelas de Nueva York. En respuesta, se han organizado varias guerras en las que han muerto millones de seres humanos, y que han causado una destrucción jamás vista desde la segunda guerra mundial.
El que nos ha creado y formado, y por lo tanto El que realmente nos conoce, nuestro Creador, es el Único que puede legislar e indicarnos cómo hacer justicia. Ninguna ley hecha por el hombre funciona contra la injusticia. Por eso los violadores e incluso los asesinos entran en la cárcel (si es que entran) y salen; y nadie sabe si la pena de muerte es disuasoria o no. Hay países donde existe y otros que la han eliminado –después de haber colgado o guillotinado a muchos hombres y mujeres, ahora podemos decir ilegalmente. De ahí los muchos intentos de tomar la justicia por nuestras propias manos.
Sin embargo, y en virtud del conocimiento absoluto de nuestro Creador, tenemos la posibilidad de matizar esta “venganza”, si así lo decide la víctima o su familia. Esta posibilidad, igual que la de perdonar, también nos satisface porque la hemos elegido libremente, y el perdón concedido de esta manera también tranquiliza el corazón.