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Stonehenge se construyó en fases
Alrededor del 3000 a.C. se construyó un terraplén circular de tierra, que consistía de una zanja (cavada con herramientas hechas de cornamenta) con un banco interior y exterior. Dentro del banco había 56 fosas, llamadas más tarde “los hoyos de Aubrey”, en honor al anticuario John Aubrey, quien las identificó en 1666. Los arqueólogos estiman que Stonehenge albergaba 150 o más entierros de cremación desde aproximadamente el 3000 a.C. hasta el 2300 a.C., y lo consideran ser el cementerio más grande conocido de Gran Bretaña en esa época.
Los dos tipos de piedras en el centro del monumento, las enormes piedras de arenisca y las piedras basálticas más pequeñas, llegaron allí alrededor del 2500 a.C. Posteriormente, se les dio forma utilizando diversas técnicas de trabajo en piedra y se dispusieron en formaciones. La etapa final de la construcción fue un anillo de pozos ahora conocidos como agujeros en forma de Y, excavados en algún momento entre el 1600 a.C. hasta 1500 a.C. Los agujeros Y rodeaban otro anillo de pozos llamados agujeros Z, que fueron excavados en una época anterior y rodeados por las piedras areniscas. Los investigadores no tienen claro si los agujeros Y y Z sirvieron para algún propósito. Tampoco se sabe cuánto tiempo se siguió utilizando Stonehenge después de que se cavaron los agujeros Y.
Es un misterio cómo llegaron algunas piedras al sitio
Entre los enigmas que quedan si resolver sobre Stonehenge está el de cómo sus constructores, que sólo disponían de herramientas primitivas, lograron transportar todas esas enormes piedras hasta el lugar. Se cree que las piedras areniscas, que pesan cada una media de 25 toneladas cada una de ellas, fueron traídas al lugar desde Marlborough Downs, a unos 30 km al norte. Las piedras basálticas, que pesan entre 2 y 5 toneladas, fueron transportadas a Stonehenge desde el área de Preseli Hills en el oeste de Gales, a una distancia de más de 240 km. La mayoría de los arqueólogos creen que las piedras basálticas fueron trasladadas hasta Stonehenge por agua y por tierra, aunque también se ha sugerido que estas piedras podrían haber sido empujadas hasta ese lugar por los glaciares.
En el año 2000, un grupo galés llamado Menter Preseli intentó utilizar únicamente herramientas y métodos de la Edad de Piedra para recrear el viaje prehistórico realizado por las piedras basálticas. El proyecto implicó arrastrar una piedra basáltica del peso similar a las de Stonehenge en un gran trineo de madera y luego transportarla por agua en un barco. Sin embargo, en el camino surgieron varios problemas, incluido el robo del trineo, que pronto fue encontrado, pero era necesaria una grúa para recuperar la piedra. Más tarde, mientras la piedra era transportada en una honda entre dos largos botes de remos, cayó al agua y se hundió. Después de que un equipo de buzos logró localizarla, fue necesario un equipo de salvamento para levantarla. Finalmente, todo el proyecto fue descartado.
Abundan las teorías sobre el propósito de Stonehenge
Los constructores de Stonehenge no dejaron registros escritos, por lo que los investigadores han especulado durante mucho tiempo sobre el objetivo de su construcción. A principios del siglo XII, Geoffrey de Monmouth, una de las primeras personas en escribir sobre este antiguo sitio, afirmó que fue erigido como un monumento a cientos de británicos que fueron asesinados por los sajones. Según Geoffrey, el mago Merlín supuestamente ordenó que las piedras para el monumento se consiguieran del Anillo de los Gigantes, un círculo de piedras con poderes mágicos curativos que se decía que estaba ubicado en Irlanda. Otra teoría, sugerida por John Aubrey y el arqueólogo del siglo XVIII William Stukeley, es que Stonehenge fue construido como un templo druida. Sin embargo, los científicos modernos afirman que la construcción de Stonehenge es anterior a los druidas. Con todo ello, los druidas contemporáneos lo consideran un lugar sagrado.
Otra teoría, introducida en la década de los 1960, sostiene que Stonehenge era una computadora astronómica utilizada para predecir eclipses. Y en 2008, los arqueólogos sugirieron que Stonehenge era un centro de curación, una versión prehistórica de Lourdes que atraía a enfermos y heridos. Mientras tanto, los hay que creen que Stonehenge es una plataforma de aterrizaje para antiguos extraterrestres. Se afirma también que las autoridades británicas han recibido informes del público sobre ovnis flotando cerca del famoso monumento.
Stonehenge es sólo uno de los varios círculos de piedra prehistóricos de Gran Bretaña
Si bien se considera por lo general que Stonehenge es el más antiguo círculo megalítico y más sofisticado desde el punto de visto arquitectónico, el más grande de estos círculos es el de Avebury, ubicado a 40 kilómetros al norte de Stonehenge. Construido entre el 2850 a.C. y 2200 a.C., Avebury hoy consta de un enorme terraplén circular y una zanja que abarca 28,5 acres. Dentro de la zanja hay un círculo de piedras interior que encierra dos círculos de piedras más pequeños. Durante la época medieval, varias de las piedras fueron derribadas y enterradas por cristianos locales que creían que eran símbolos paganos. Posteriormente, algunas de las piedras fueron trituradas y utilizadas como material de construcción. En la década de 1930, el arqueólogo británico Alexander Keiller, heredero de una empresa de mermeladas, compró aquél lugar y volvió a reconstruir y colocar muchas de las piedras. Al igual que en el caso de Stonehenge, no se sabe con certeza para qué propósito los pueblos antiguos utilizaban Avebury.

SONDAS: Resulta asombroso e incluso inquietante que se esté taladrando el suelo de la Luna o de Marte en búsqueda de agua, de vida, de fósiles que nos desvelen los enigmas del Universo, y al mismo tiempo se muestre la ciencia incapaz de explicar fabulosas construcciones esparcidas por toda la Tierra. Intentan convencernos de que saben cómo era el Universo 1,5 segundos después del Big Bang, pero no pueden explicar quién, para qué, cómo levantó el megalítico círculo de Stonehenge.
Nos dicen que ya tienen la composición de la atmósfera de un exoplaneta situado a 3,5 millones de años luz, pero les resulta inabarcable la comprensión de las serenas estatuas de la Isla de Pascua. ¿Quién pudo haber hecho semejante obra? ¿Para qué? ¿Con qué finalidad? ¿Cómo pudieron desplazarse y erigirse piedras de más de 10 toneladas? Y, sin embargo, cuando las contemplamos, no sentimos que aquella construcción exigiese un tremendo esfuerzo. Antes bien, parecen como colocadas -delicadamente- por un gigante.
Ya han dado la vuelta más de mil veces al caleidoscopio del absurdo y nada les parece desmesurado a la hora de encontrar una explicación a todos estos enigmas -pudieron haber sido poderes mágicos, extraterrestres, duendes, sabios cuánticos… para finalizar, como la opción más reciente en el caso Stonehenge, con la teoría -tan absurda como las demás- de que pudo haber sido un glacial el que hubiera arrastrado las piedras hasta ese lugar. El escenario que proyecta esta teoría es aún más deprimente: un glacial ha ido seleccionando y arrastrando enormes piedras hasta un lugar determinado y los que por allí pasaban al verlas, se dijeron: “- ¿Qué os parece si hacemos un círculo con todas estas piedras? Tú pones esa de pie y yo coloco esa otra encima. – ¡Buena idea!”
La teoría del glacial empeora aún más las cosas, ya que elimina cualquier objetivo al círculo de Stonehenge, pues ahora un grupo de hombres ya no fueron a buscar piedras para levantar -por ejemplo- una construcción funeraria o un observatorio astronómico o un cementerio. Según esta teoría, erigieron Stonehenge porque encontraron unas piedras gigantescas.
Mas no hablamos para ellos, para esos científicos que se ganan la vida fabricando teorías que harían sonreír a un niño. Y no hablamos para ellos porque son hijos de la madre estulticia. El enigma de Stonehenge es uno de muchos de los que recorren la Tierra de este a oeste. Ahí están, si no, las fabulosas pirámides escalonadas, gigantescas cabezas en medio de ningún sitio, estatuas por doquier, perfectas siluetas animales de una increíble longitud… Y a pesar de que estos investigadores se rigen por el llamado método científico, no se atreven a obviar el hecho de que pudieran haber sido inteligencias extraterrestres quienes hubiesen construido todos esos edificios megalíticos. Y ello porque están convencidos de que el hombre no pudo haber sido el autor de semejantes trabajos. Mas la teoría extraterrestre se basa ella misma en una hipótesis carente de toda evidencia -hay extraterrestres, hay vida inteligente en algún lugar del espacio. Pero basar una teoría sobre una hipótesis es ya una mala forma de empezar el asunto.
No necesitamos desplazarnos al espacio intersideral para encontrar a los autores de esas construcciones. Mucho antes de que hiciera su aparición el hombre había en la Tierra dos entidades capaces de realizar semejantes portentos -los Yin (genios) y los Malaika (ángeles), asignados al cielo de Dunia, a nuestro mundo. Y estos genios desarrollaron una trepidante actividad en tiempos del profeta Suleyman:
A Suleyman le sometimos el viento. La distancia que recorría en una mañana equivalía a la que antes recorría en un mes; y de la misma forma, la que recorría en una tarde equivalía a la que antes recorría en un mes.E hicimos que manara para él una fuente de cobre fundido.Y había de los yin que trabajaban para él por la voluntad de su Señor. A quien de ellos se hubiera apartado de Nuestro mandato, le habríamos hecho gustar el castigo del sair. Hacían todo lo que él les ordenaba que hiciesen –imponentes edificios escalonados, estatuas e imágenes, jofainas como aljibes y marmitas tan pesadas que no se podían mover. (Corán 34, aleyas 12-13)
Entre los shayatin había unos que buceaban para él y realizaban, aparte de eso, otros trabajos. Éramos sus custodios. (Corán 21, aleya 82)
Estas poderosas entidades creadas de fuego han jugado un papel fundamental a la hora de entender la historia y los grandes movimientos del hombre, sus desplazamientos; el gran desarrollo civilizador que sufrirá el mundo en el reinado de Suleyman, bajo cuyo poder estarán sometidas estas entidades.
(Ver el Apéndice G en el “Libro de comentarios” en la web El-Coran.blog)
