Sarah Taylor para TheBlaze
La marcha fue grabada en video, que desde entonces se ha vuelto viral en Internet.
¿Cuáles son los detalles? Según la usuaria de Twitter Kitty Shackleford, el grupo, formado por unos 50 manifestantes, marchó por las calles del vecindario gritando:
¡Los negros solían vivir aquí!
Se puede escuchar a un hombre diciendo a los residentes:
Hola, chicos, ¿sabéis que ahora mismo estáis viviendo en un vecindario históricamente negro? ¿Sabéis que antes de que vuestro trasero blanco llegara aquí, todos los que vivían aquí eran negros? ¿Sabéis que gente como vosotros vino aquí y básicamente compró toda la tierra de los negros por un precio muy por debajo de su valor, y los echaron para que pudierais vivir aquí ¿Lo sabíais? Porque si no lo sabíais, ahora ya lo sabéis, así que haced algo al respecto.
El manifestante masculino anónimo agregó:
¿Cómo planeas arreglarlo porque estás viviendo en la tierra de los negros en este momento … Quiero decir, la tierra natal, pero los negros también vivían aquí».
Una líder del grupo gritó:
¡Abre tu billetera!
A continuación, comenzó a exigir que los vecinos renunciaran a sus viviendas.
¡Devuelve tu casa! ella insistió. ¡Devolved a la gente negra sus casas! ¡Estáis sentados en ellas cómodamente, tan jodidamente cómodos como si no hubiéramos ayudado a hacer de este vecindario un lugar habitable! Yo solía vivir en este vecindario y mi familia fue expulsada, y vosotros estáis sentados aquí pasándolo bien con vuestros amigos blancos.
El hombre continuó:
No actuemos como si simplemente ignorarais esta mierda porque lo sabíais todo el tiempo y estabais a gusto con esta mierda. Pero adivina qué, nosotros no lo estamos, y os lo estamos trayendo a vuestra mismísima puerta, así que, ¿qué carajos planeáis hacer al respecto?
SONDAS: Hemos llegado al punto álgido del problema –la puesta en práctica. Veamos la secuencia –primero ha sido el despertar, el detener la inercia de la gente, su caminar al margen de la historia, como si la humanidad renaciera de nuevo cada día; después vino la sacudida, grupos de negros armados, enfrentamiento con la policía y con los grupos armados de la supremacía blanca, derribo de estatuas, creación de zonas urbanas independientes, rememoración de Malcolm X; ahora, como última fase, el pago, la devolución de lo robado, de lo conseguido por la fuerza: “Esa casa en la que calientas tu culo cada día, es mía, era de mi padre, de mi abuelo… y esas tierras… Todo eso nos lo habéis robado y es hora de devolvérnoslo.”
“¡Un momento! ¿No vais demasiado lejos? Una cosa es manifestarse lo más pacíficamente posible, dialogar, escribir manifiestos… y otra cosa, inaceptable, intolerable, es pedir cuentas. Podemos escribir una página de la historia alabando la paciencia de los africanos y los “abusos” cometidos por los blancos. Podemos, incluso, cambiar ciertos aspectos históricos de los currículos escolares e incluir en ellos elementos oscuros del proceder blanco, elementos, fases inevitables antes de llegar a la civilización, a la luz. Ya hemos llegado. Seamos razonables.”
Así habla el hombre blanco. Pero esta retórica se ha terminado. Los blancos saben y los negros saben. Se acabó el baile, cesó la música, se apagaron las luces. Es hora de pagar y de devolver lo robado –después, si queréis, podemos comenzar un diálogo constructivo, como así llamáis a vuestras farsas ideológicas. Un machete ha cosido las páginas de la historia –esa era vuestra historia. Ahora va a comenzar la nuestra, la historia de los negros, y esa será la historia que aprendan nuestros hijos.
¡Es hora de pagar! ¡Es hora de devolver! ¡Es hora de separarnos!