Te están diciendo cuál será la próxima «pandemia»

Patrick para Counter Markets

Querido lector,

Estados Unidos es una nación fascista, como les dije en el correo electrónico de ayer.

Eso no sorprenderá a la mayoría de vosotros leyendo esto …

Lo que te sorprenderá es la rapidez con la que el fascismo está fusionando el mundo real con el mundo digital para desarrollar sus malvadas maquinaciones y establecer una tecnocracia global dirigida por gobiernos elegidos y corporaciones multinacionales.

Los planes para un gobierno todopoderoso que controle el mundo se han presentado silenciosamente al público durante décadas, ocultos en libros, informes y oscuras entrevistas que la mayoría de la gente no sabe que existen y no te creerían si se lo dijeras.

Pero ahora, estos planes se están discutiendo abiertamente en conferencias como la Agenda de Davos y simulaciones de eventos como Event 201.

Parece que les hace feliz revelar lo que van a hacer a continuación, ya que la mayoría de las personas no están prestando atención.

Pero NOSOTROS estamos observando a estos globalistas y analizamos cuáles podrían ser sus próximos movimientos:

Control total del gobierno centralizado sobre Internet; tu ISP desconectándote de Internet a voluntad; una fusión total entre el gobierno y las empresas tecnológicas «privadas»; la sustitución del dólar por monedas digitales del Banco Central y una vigilancia total de todo lo que haces. ..

SONDAS: Hablar de fascismo es seguir encubriendo la realidad, pues este término hace referencia a una ideología política determinada que se estableció en los años 30 del pasado siglo en Alemania, Italia y España, principalmente. Y si dejamos a un lado toda la basura propagandística que se ha vertido por ese momento histórico, veremos que el proyecto “fascista” era mucho más moral y coherente que el proyecto democracia que se ha ido desarrollando después.

Lo que estamos presenciando ahora con motivo de la pandemia, el cambio climático, los cíber ataques, los movimientos woke… es la instauración del reino del mal. Nunca antes, desde la aparición del hombre, había tenido tantos medios como ahora para lograrlo.

Por lo tanto, no se trata de un movimiento político o económico, sino de la otra cara de la moneda existencial, del juego existencial, el contrapeso, un elemento más del equilibrio que bajo ningún pretexto debimos nunca menospreciar.

Y no decimos que el escenario que se está fraguando a pasos agigantados sea peor que la “normalidad” en la que creíamos estar viviendo. La ghaflah –la negligencia, la desidia, la dejadez, la indolencia– es la misma en cualquier circunstancia –una falta absoluta de consciencia. Y es la ghaflah la que nos saca de la trama principal y nos hace aliados del mal.

Es cierto que el cinismo es la característica más destacada de los judíos –lo matan y luego van al entierro y le dan el pésame a la viuda. Sin embargo, no ha sido el mal el que ha logrado engañarnos, no ha sido la inteligencia judía la causante de este mundo zombi, sino la ghaflah en la hemos estado viviendo y que denominábamos normalidad. También llamaremos normal al próximo escenario.

Es tan cómodo seguir la corriente, dejarse llevar por rumores, por tradiciones gregarias… Son tan subyugantes todos esos artilugios tecnológicos que nos hacen la vida más fácil…

Ahora resulta que el país de la democracia, de los derechos humanos, de la libertad de expresión… es un país fascista. Mas todos callaban cuando USA invadía Vietnam, Camboya, Iraq, Afganistán, Siria, Yemen… Estamos hablando de 70 años de fascismo, unidos a 400 años de esclavitud negra, de negros secuestrados. ¿Cómo han podido sobrevivir estas almas puras que ahora se ruborizan ante las medidas anti Covid? ¿Por qué es un escándalo que Fauci mienta si lleváis más de 4 siglos mintiendo, engañando, violando acuerdos…? ¿Acaso no seréis el ámbito del mal por antonomasia, vosotros y vuestros antepasados anglosajones?

(11) Cuando se les dice: “No sembréis la corrupción en la Tierra,” responden: “Somos nosotros los que ponemos paz en ella y enderezamos lo que está torcido.” (12) ¿Acaso no son ellos los verdaderos corruptores, aunque no se den cuenta?

Corán 2 – al Baqarah