Lo que se sabe de la iniciativa para retomar las negociaciones entre el Gobierno y la oposición de Venezuela

free1El Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, calificó de «muy positivo» el anuncio de las conversaciones y dijo que su país está «dispuesto y listo para recibirles».

Edgar Romero G. para RT Español

Representantes de las delegaciones del Gobierno venezolano y de la llamada Plataforma Unitaria (oposición) informaron ayer, 17 de mayo, que habían sostenido un encuentro en México, reabriendo un nuevo capítulo en las complicadas negociaciones. En esa reunión estuvieron el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Jorge Rodríguez, en representación del Gobierno, y el opositor Gerardo Blyde, por la Plataforma Unitaria. Ambos publicaron un mismo mensaje en sus cuentas en Twitter tras la cita: «En reunión de trabajo para planes de futuro. En el rescate del espíritu de México». La Plataforma Unitaria amplió en un comunicado que el inicio de esas conversaciones incluirá encuentros y discusiones para acordar «elementos necesarios» para el pronto reinicio del proceso de negociación; mientras que Rodríguez comentó que el Gobierno ha insistido en «la crucial importancia que tiene el desarrollo de los temas sociales».

El Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, calificó de «muy positivo» el reinicio de las conversaciones y reiteró la disposición de su país para seguir siendo anfitrión de las negociaciones, suspendidas en octubre del año pasado. México fue el país que acogió las negociaciones entre el Gobierno y la oposición venezolana en agosto de 2021, con la mediación de Noruega. En la primera ronda, las partes firmaron un memorando de entendimiento para reafirmar su disposición al diálogo.

Saab en las negociaciones

Rodríguez comentó que el Gobierno insistirá en su exigencia de la participación del diplomático venezolano Álex Saab en la mesa de negociaciones.  «Nuestro hermano Álex Saab, secuestrado desde hace 704 días, es miembro pleno de la delegación de Venezuela y es nuestro delegado ante la mesa social que estamos discutiendo. En ese sentido Venezuela ha exigido, exige y exigirá, la participación de Álex Saab en cualquiera de las iniciativas de trabajo que eventualmente se acuerden», dijo el titular de la AN. Esta es una condición que ha sostenido Venezuela para la reanudación de las negociaciones, desde que se suspendieron hace siete meses. De hecho, la interrupción de los diálogos ocurrió tras la extradición del empresario y diplomático venezolano a Estados Unidos.

Suavizar sanciones

Mientras se conocía este encuentro entre Rodríguez y Blyde, también circulaba en varios medios la información acerca de que Estados Unidos aliviaría las sanciones económicas a Venezuela. Un funcionario estadounidense dijo a Reuters que Washington tenía previsto suavizar las medidas coercitivas para ayudar a allanar el camino para las negociaciones. Sin embargo, durante la Séptima Conferencia Anual de Seguridad Hemisférica organizada por la Universidad Internacional de Florida (FIU), Juan González, asesor del presidente Joe Biden para Asuntos del Hemisferio Occidental, comentó que los pasos que daría la Casa Blanca serían en respuesta a lo que anuncien el Gobierno y la oposición en Venezuela. «Nosotros saldremos con una declaración en respuesta a lo que digan los dos partes», dijo, tras recalcar que el alivio de las sanciones depende de los avances concretos en las negociaciones. «Vamos a aliviar la presión a partir de acciones, resultados ambiciosos y concretos, que lleven a Venezuela a elecciones libres y democráticas, y solamente lo haremos de esa manera. Si hay algún tipo de atraso, de retroceso, entonces volveremos a aplicar las sanciones.»

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, informó, por su parte, que el Gobierno había verificado y confirmado el alivio de las sanciones. En concreto, señaló que Estados Unidos había «autorizado a empresas petroleras estadounidenses y europeas para que negocien y reinicien operaciones» en el país suramericano. Se conoció que los cambios que aplicaría Washington con respecto a las sanciones serían permitir a Chevron Corp. negociar su licencia con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), pero no perforar ni exportar petróleo de origen venezolano. «Venezuela aspira a que estas decisiones de los Estados Unidos inicien el camino para el levantamiento absoluto de las sanciones ilícitas que afectan a todo nuestro pueblo», añadió Rodríguez. Asimismo, dijo que Caracas «seguirá promoviendo de manera incansable el diálogo fecundo en formato nacional e internacional».

«Urge un acuerdo»

Sobre el encuentro entre Rodríguez y Blyde también se pronunció el ex diputado Juan Guaidó, a quien Estados Unidos, aunque le ha restado importancia, sigue reconociendo como representante del «Gobierno interino» en Venezuela. «Insistimos en la urgencia de reiniciar de inmediato el mecanismo de México en favor de los venezolanos, conscientes de cómo han sido utilizados antes por la dictadura, por eso el acompañamiento internacional y fortalecer la unidad también son claves para lograr soluciones reales», comentó en su cuenta en Twitter. Del mismo modo, consideró que «urge un acuerdo para atender la emergencia, hacer justicia, re-institucionalizar el país y tener condiciones para elecciones libres y justas, con garantías para todos los sectores».

Hasta el momento, ni las partes venezolanas ni el Gobierno mexicano han informado sobre una fecha concreta para la reanudación de las negociaciones.

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SONDAS: Nos hemos acostumbrado a que Estados Unidos decida buena parte de las políticas de todas las naciones del mundo. Nos hemos acostumbrado a que sean ellos y no las elecciones libres y democráticas los que otorguen legalidad a unos gobiernos e ilegalidad a otros. Nos hemos acostumbrado a que a veces el ejército norteamericano tenga que invadir a un país porque considere que no es lo suficientemente democrático o respetuoso con los derechos humanos. Nos hemos acostumbrado a que Estados Unidos considere legales en este o aquel país los crímenes y asesinatos que en otros países son delito. Nos hemos acostumbrado a que Estados Unidos no cese de imponer sanciones a unos y a otros y de obligar al resto de los países a apoyar estas sanciones.

Mas la soberanía significa, ante todo, resistir, pues cualquier tipo de negociaciones con Estados Unidos están abocadas al fracaso y a la opresión. Venezuela no puede sentarse con la oposición, pues ello implicaría aceptar que las últimas elecciones presidenciales fueron fraudulentas y ello hizo que se creara un gobierno interino, una oposición organizada y apoyada, precisamente, por Estados Unidos, el país que intenta ser el árbitro imparcial de estas negociaciones. Es decir, como siempre, es juez y parte en todos los conflictos. Méjico parece no advertir este hecho y no para de mencionar lo positivo que está siendo este acercamiento entre el gobierno y oposición venezolanos, pero no hay nada de positivo en ello, pues Méjico tenía que haber acentuado el hecho de que en estas negociaciones no puede haber terceras partes, no puede haber negociaciones libres y democráticas cuando la espada de sanciones pende sobre una sola cabeza –la del gobierno venezolano, la del gobierno que surgió de unae elecciones libres y democráticas; no como en el caso de las últimas elecciones en Norteamérica marcadas por el más burdo fraudo de cuantos han marcado las elecciones en este país.

Por lo tanto, podemos concluir que van a ser negociaciones teatrales, en las que la única baza que tiene el gobierno de Venezuela es la necesidad imperiosa de Estados Unidos de conseguir gas y petróleo de Venezuela, una crisis energética que se ha acentuado con la guerra de Ucrania. Mas esta baza será en el mejor de los casos una baza temporal. Y cuando se resuelva el tema de Ucrania, volverán las sanciones a Venezuela.

Mas todo esto es política que se lleva entre capos. Lo que tienen que entender los países en crisis es que hay una agenda política, económica y cultural que tiene que establecerse en todos los países del mundo –de buen grado o por la fuerza. Por lo tanto, negociar, claudicar, rendirse, es simplemente alargar la agonía. Son las últimas palabras del reo antes de ser ahorcado.

Mas el gobierno venezolano no es totalmente inocente, como no lo es el gobierno boliviano ni el mejicano ni ningún otro, pues en sus programas políticos y sociales se han tomado los medios por fines. La lucha por la libertad, por la justicia, por el bien común, se han convertido en el objetivo, demagógico en la mayoría de los casos, de todos los gobiernos.

Mas todos esos logros no son, sino medios que llevan a la catástrofe cuando se toman por fines. Ya hemos visto la experiencia soviética y maoísta. El fracaso de estos dos sistemas, que surgen de dos revoluciones, tiene muchos factores, pero el más relevante de todos, el más decisivo, es el de haber tomado los medios por fines. Establecer una sociedad justa y libre no va a dar sentido a la vida, pues las preguntas “¿qué hay después de la muerte, para qué existo, para qué hay universo?” van a quedar sin respuesta.

Vivimos en un país libre y justo, pero no sabemos para qué vivimos. Son programas políticos muertos, disecados, en cuyas propuestas se ha eliminado la transcendencia, que es la mayor aspiración que tiene el hombre.