Estados Unidos no es un títere de israelí, Israel no es un títere de Estados Unidos: ambos forman un mismo imperio

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Caitlin Johnstone para Zubu Brothers

Casi 200.000 manifestantes asistieron a una manifestación pro Palestina en el centro de Londres el sábado por la tarde, otra señal clara de que el apoyo a los derechos palestinos se está volviendo cada vez más común y los imperialistas están perdiendo el control de la narrativa de Israel.

La consecuencia real de esto es que la gente comenzará a perder la confianza en el gobierno y en los medios de comunicación que apoyan a Israel, porque sin confianza el imperio no puede hacer propaganda a la gente, y sin la capacidad de hacer propaganda, nuestros gobernantes no pueden gobernar. No hay riesgo de que Israel pierda el respaldo de Estados Unidos debido a que el gobierno de Estados Unidos desarrolle repentinamente una conciencia o escuche a sus electores, eso no sucederá, pero perder el control de la narrativa plantea un problema importante para el imperio. La imagen de alguien tendrá que cambiar y esos cambios podrían terminar beneficiando a los palestinos.

Ya estamos viendo que esta campaña de gestión narrativa entra en juego, ya que los principales medios ahora permiten algunas críticas serias a Israel. Esto se hace cínicamente para evitar que la gente pierda la confianza en las instituciones de propaganda, pero también tiene efectos reales que pueden beneficiar a personas reales. Este es un buen ejemplo de cómo expandir el nivel de consciencia siempre es beneficioso, incluso para las instituciones más depravadas. Cuanto más consciente se vuelva la gente sobre las dinámicas abusivas del poder imperial, menos posibilidades tendrá de salirse con la suya. Que el imperio pierda el control de la narrativa siempre es bueno.

A medida que las críticas a la mala conducta de Israel se generalizan, también lo hacen los intentos de analizar exactamente cuál es el papel de Israel en el escenario mundial y por qué recibe tanto apoyo de Estados Unidos. Algunos dicen que Israel es un estado vasallo de Washington, que sirve como un puesto avanzado militar estadounidense en la región más rica en recursos del mundo. Otros dicen que es al revés, citando la influencia del lobby de Israel en DC y, a menudo, entrando en disparatadas tonterías sobre los judíos que gobiernan el mundo.

Todo esto nace de una comprensión inmadura de qué son las naciones y cómo operan dentro de la alianza de poder centralizada por Estados Unidos que funciona como un imperio único en lo que respecta a la política exterior.

Estados Unidos no es un títere de Israel e Israel no es un títere de Estados Unidos. Ambos son estados miembros del mismo imperio no declarado, gobernado por reyes sin corona que usan a los gobiernos como armas para matar y robar.

Las líneas entre las naciones dentro del imperio centralizado por Estados Unidos no son más reales que los gobiernos oficiales electos de esas naciones. Es solo una estructura de poder unificada que usa cualquier narrativa que necesite para justificar su campaña continua para gobernar el planeta entero.

No existe un verdadero «Israel» o «Estados Unidos», solo existe un imperio. El cabildeo, el apoyo financiero, la propaganda, etc. son solo algunos de los elementos que se necesitan para mantener unido un imperio que no existe oficialmente. El imperio utilizará cualquier ideología para promover los intereses imperiales, ya sea el sionismo, el fundamentalismo cristiano, el supremacismo blanco, el extremismo islámico o el progresismo del despertar. Son solo narrativas para hacer avanzar al imperio, porque eso es lo que se requiere en un imperio no oficial y no reconocido.

En el antiguo modelo de imperio, un emperador simplemente emitía órdenes y mantenía el imperio unido abiertamente. En este nuevo modelo de imperio, donde los estados miembros imperiales mantienen oficialmente sus banderas y sus gobiernos pero pierden su soberanía, se mantiene unido mediante un control narrativo.

No hay un gobierno a cargo de todo esto; los gobiernos oficiales electos no son donde reside el poder real. La estructura de poder real se mantiene oculta, gobiernan entre bastidores en colaboración con agencias gubernamentales opacas e irresponsables. Utilizan la manipulación narrativa para mantener el imperio en movimiento alineado con sus intereses.

Su trabajo es mantener la verdad oculta, mientras que nuestro trabajo es ayudar a que la verdad sea visible para todos. Quien gane determinará nuestro destino como especie.

Las naciones, como tantas otras cosas en nuestro mundo, son construcciones conceptuales sin existencia independiente fuera de la imaginación humana. Lo que es real son las armas, las explosiones, el trauma por arma de fuego y el movimiento de recursos de un área a otra. Todo lo demás que ves en las noticias es solo una narrativa mental promulgada a gran escala para manipular a la gente para que acepte estos movimientos. Nuestro trabajo es ayudar a las personas a percibir lo que hay detrás de todos esos discursos.

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SONDAS: El problema básico con el que nos encontramos es el de que conocer y describir la realidad no lleva a ningún sitio, no es un verdadero y efectivo contrapeso al sistema, al imperio oculto, invisible.

La comprensión debe ir acompañada de acción, de implementación… de enfrentamiento, de un inevitable choque irreversible.

El hostigamiento por parte del imperio no solo es verbal –hay sanciones, bloqueos, mercenarios, adiestramiento, envío de armas… invasiones. Hay conversaciones con los disidentes que el propio imperio ha sembrado, alimentado y entrenado en el arte de la propaganda, la demagogia y las guerrillas.

Es cierto que un primer paso para situarse en la posición correcta es la toma de consciencia de la trama que hay detrás de su narrativa apoyada por todos los medios de comunicación, pero la lucha es ineludible, y lucha, ante todo, significa sacrificio –algo para lo que las sociedades occidentales no están educadas. Son sociedades del bienestar, indoloras, que utilizan anestesia para todo, para evitar la más mínima molestia.

Corea del Norte se mantiene, Siria se mantiene, Yemen se mantiene… porque sus sociedades están dispuestas a luchar, porque sus sociedades están luchando, sacrificándose.

¿Podemos oponer el PIB (el Producto Interior Bruto) a la resistencia? ¿Tiene este marcador económico algún valor? Para las sociedades dormidas, sometidas y negligentes, lo tiene, es la única magnitud que lo tiene, la única medida, la única guía. Escuchamos preocupados los índices bursátiles, las nuevas tendencias culturales, las nuevas propuestas ideológicas, revolucionarias.

Mas el mundo no gira –está detenido observando el ojo atento del soldado y la mira de su lanzadera que le indica que el objetivo enemigo está en línea. Ahora dispara y el proyectil vuela certero y triza la puerta del arsenal donde almacenaban las armas y la munición regaladas por los que hablan de paz y de derecho internacional. El mundo, el verdadero mundo, el que no gira, está sordo a esos susurros.

No se trata de política, sino de fe. El asunto no es solamente defender un país o un territorio. Aquí la lucha es para permitir que el corazón siga latiendo, pues en el otro mundo, el mundo del PIB, de la bolsa y de la cultura, están todos muertos.