Los denunciantes del FBI confirman que la agencia se está enfocando en los padres con mandato anti-mascarilla y anti-vacunas.
Emerald Robinson para Activist Post
Los congresistas Jim Jordan y Mike Johnson firmaron conjuntamente una carta al Fiscal General Merrick Garland informándole que los denunciantes habían confirmado que el FBI estaba investigando a los padres preocupados por cómo se está desarrollando el sistema educativo como «terroristas domésticos» utilizando la llamada «etiqueta de amenaza» creada por la División de Contraterrorismo del FBI.
Sin embargo, el Fiscal Merrick Garland había testificado ante el Congreso bajo juramento que el FBI era inocente de las acusaciones que se habían vertido sobre él. Garland le dijo al Comité Judicial de la Cámara el año pasado que era absurdo incluso sugerir que el FBI hubiera molestado a los padres enojados en las reuniones de las juntas escolares. Dijo: “No creo que los padres que testifican, hablan, discuten, se quejan de las juntas escolares y las escuelas deban ser clasificados como terroristas domésticos o cualquier tipo de delincuentes… No creo que los padres que se enojan con las juntas escolares por esa razón constituyan un caso de terrorismo doméstico. Ni siquiera es una pregunta aceptable”.
Recordemos la regla general el régimen del Biden: cuando te dicen que algo no está sucediendo, entonces es que está sucediendo.
¿Alguien sabía que el Centro Nacional de Operaciones de Amenazas del FBI había establecido una «línea de soplones» para que los demócratas informasen sobre los padres enojados que no están de acuerdo con que se enseñe la Teoría Crítica de la Raza o los mandatos de mascarillas o mandatos de vacunas en las reuniones de las juntas escolares?
Aquí hay otro elemento: el FBI abrió una investigación sobre los «funcionarios electos del estado republicano» porque un «funcionario del partido demócrata» afirmó que los funcionarios republicanos estaban «incitando a la violencia» al quejarse públicamente de los mandatos de vacunas en los distritos escolares.
SONDAS: El FBI no es, sino la punta podrida del ensangrentado iceberg del sistema policial norteamericano –el que con más medios cuenta y, al mismo tiempo, el menos eficaz. Posiblemente haya en este país más policías, más agentes, más agencias de inteligencia, que en el resto del mundo.
Desde hace unos años, quizás unos decenios, este aparato policial está empeñado en crear un sistema absoluto de vigilancia para hacer frente al terrorismo que viene del exterior y al terrorismo “doméstico” sin darse cuenta de que este proyecto es una falacia, pues es el propio sistema policial, militar y político de los Estados Unidos el único que produce terrorismo; y lo produce fuera del país y dentro del país. Sirva de ejemplo la reciente matanza en una escuela de Texas. ¿A quién, pues, quieren vigilar? Es la propia policía estadounidenses, su ejército, sus sicarios, los que invaden, provocan golpes de estado, asesinan, atentan… y después los medios de comunicación, una rama más de la CIA y del FBI, se encargan de culpar a organizaciones terroristas fantasma o a las que ese aparato policial, de inteligencia, ha generado, entrenado y pagado.
Se trata de la vieja imagen del policía que persigue al ladrón que no es otro que él mismo. Es un juego absurdo, pero funciona, pues los medios de comunicación son hoy tan influyentes que modifican la realidad a su antojo, que no es otro que el antojo de ese mismo aparato policial, aparato de vigilancia, aparato de productor de Metaversos.
Todos los sabemos. Todos sabemos que el “bote está agujereado”; todos sabemos que “el capitán miente”; y mientras el capitán chino y el capitán ruso no cuelguen del palo mayor a los capitanes occidentales, el barco de la humanidad seguirá hundiéndose.