COVID-19 y el fracaso de las principales religiones de Estados Unidos

reli1Dennis Prager para The Epoch Times

Durante dos años, los estadounidenses se han visto privados parcial o totalmente de las libertades fundamentales: de reunión, expresión, libertad religiosa, ganarse la vida, el derecho de los niños a la educación, el acceso a un tratamiento temprano para un virus potencialmente mortal… por primera vez en la historia americana. Que la mitad de Estados Unidos, especialmente sus élites, lo ha aceptado de buena gana o haya apoyado estas privaciones de libertad es la razón por la que muchos de nosotros nos preocupamos por el futuro de Estados Unidos como una sociedad libre.

Aún más preocupantes han sido las reacciones de las grandes religiones de Estados Unidos, específicamente, los católicos, los protestantes, los mormones y los judíos. El gobierno emitió edictos irracionales (así como antirreligiosos y poco éticos) y casi todas las iglesias y sinagogas obedecieron.

Estas iglesias y sinagogas cerraron sus escuelas a pesar de que el COVID-19 prácticamente no representaba una amenaza para los jóvenes. De manera exponencial, más niños se han visto afectados por el cierre de escuelas religiosas y seculares y, más tarde, por hacer que los niños usen mascarillas, incluso al aire libre, que por el COVID-19. Esto ha quedado claro no solo por los datos relevantes en Estados Unidos sino también por Suecia, que nunca cerró sus escuelas para niños menores de 16 años, y donde ni un solo estudiante o maestro murió a causa de COVID-19.

Recientemente, algunas iglesias y sinagogas dijeron a sus feligreses que los niños de hasta 5 años tenían que vacunarse para poder asistir a los servicios. Es inmoral dar a los niños pequeños una vacuna contra el COVID-19 de la que no tenemos datos de seguridad a largo plazo, y especialmente cuando los niños no están en riesgo de contraer el virus. Sin embargo, la mayoría de las iglesias y sinagogas, pastores, sacerdotes y rabinos han insistido en ello.

Dado el comportamiento gregario de tantos líderes e instituciones religiosas de Estados Unidos, la pregunta es: ¿Por qué?

Hay respuestas similares y diferentes para cada religión. Las razones similares son que la mayoría de las instituciones y líderes religiosos se han vuelto en gran medida indistinguibles de sus contrapartes seculares. Con la excepción de asistir a la iglesia o la sinagoga, la mayoría de los cristianos y judíos piensan y actúan como la mayoría de los estadounidenses seculares.

Con respecto al COVID-19, la mayoría de los líderes religiosos han estado tan asustados como la mayoría de los líderes seculares. Y con respecto al miedo, la única gran diferencia entre los estadounidenses no ha sido entre religiosos y seculares, sino entre derecha e izquierda. El clero conservador se ha asustado menos que el clero liberal, al igual que los estadounidenses conservadores no religiosos se han asustado menos que los estadounidenses liberales no religiosos. Lo que, por supuesto, lleva a la pregunta: ¿Hace la religión a las personas más sabias, mejores y más valientes? ¿O la religión se ha convertido en gran medida en algo que solo sirve para hacer que los seguidores se sientan bien?

Con respecto a los cristianos, está el tema de la admonición del Nuevo Testamento de obedecer a la autoridad secular. Para citar el ejemplo más famoso: “Que toda persona esté sujeta a las autoridades gubernamentales. Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen han sido instituidas por Dios. Por tanto, el que resiste a las autoridades, resiste lo que Dios ha dispuesto; y los que resisten, incurrirán en juicio” (Romanos 13:1-3).

Los mormones tienen un problema adicional. No solo se espera que obedezcan los mandatos de la Biblia, sino también os de sus líderes. La cabeza de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Primera Presidencia, que consta de tres hombres que se consideran profetas; Dios habla a través de ellos. Por lo tanto, los mormones fieles consideran algunos pronunciamientos de la Primera Presidencia como la palabra de Dios.

El 12 de agosto de 2021, la Primera Presidencia (cuyo presidente es, como era de esperar, un médico) emitió un comunicado en el que decía: «Instamos a las personas a que se vacunen» y «podemos ganar esta guerra si todos siguen los pasos sabios y reflexivos, es decir las recomendaciones de expertos médicos y líderes gubernamentales”.

Como los mormones son generalmente los grupos religiosos estadounidenses más social y políticamente conservadores, muchos de ellos no han considerado las «recomendaciones de los expertos médicos y líderes gubernamentales» como «sabias y reflexivas». Al igual que la mayoría de los conservadores no mormones, la mayoría de los conservadores mormones consideran que la mayoría de nuestros expertos médicos y líderes gubernamentales no son reflexivos, no son sabios y, con demasiada frecuencia, son corruptos.

Entonces, ¿qué van a hacer estos mormones?

Una publicación de la Universidad Brigham Young, el Daily Universe, citó a una mujer mormona llamada Hannah Colby: “Estoy un poco en desacuerdo con la Primera Presidencia, pero sé que el presidente Nelson es un profeta de Dios”, dijo. El periódico no reveló cómo Colby resolvió ese dilema.

Los cristianos necesitan lidiar con las amonestaciones del Nuevo Testamento para obedecer a las autoridades seculares. Eso es lo que hizo la gran mayoría de los pastores e iglesias cristianos alemanes en la década de 1930. A la luz de Romanos 13, ¿actuaron correctamente o se equivocaron? Si los mandatos irracionales y destructores de la libertad de las autoridades seculares en Estados Unidos (y el resto de Occidente) obligan a los cristianos serios a enfrentarse a la pregunta de si un cristiano siempre debe obedecer al gobierno, esa será una de las pocas cosas buenas de la era COVID-19.

¿Y qué ha animado a la mayoría de los judíos y a casi todas las sinagogas no ortodoxas a obedecer las reglas irracionales e inmorales de las autoridades seculares?

Una respuesta obvia es que la mayoría de los judíos no ortodoxos son de izquierda. Y la izquierda vive con miedo (al COVID-19, al calentamiento global, al humo de cigarrillos, y a mucho más) y está dispuesta a subvertir cualquier libertad con tal de calmar sus miedos. En cualquier caso, la libertad no es un valor de la izquierda; es un valor liberal. Pero la mayoría de los liberales, judíos y no judíos, apoyan a la izquierda.

Hay otras dos razones, menos obvias, para la obediencia incondicional de la mayoría de las sinagogas y otras instituciones judías. Una es que los judíos tienden a idolatrar a los médicos y la otra es que los judíos tienden a obedecer incondicionalmente a los «expertos». “Los expertos dicen” es para la mayoría de los judíos no ortodoxos lo que “Así dice el Señor” es para la mayoría de los judíos ortodoxos. Por supuesto, la obediencia sin cuestionamientos a los “expertos” también caracteriza a muchos no judíos; de hecho, caracteriza a la mayoría de las personas bien educadas. Pero resulta que los judíos son el grupo étnico/religioso mejor educado de Estados Unidos.

A pesar de todo esto, el hecho es que un porcentaje desproporcionado de quienes desafiaron los mandatos gubernamentales irracionales e inconstitucionales han sido estadounidenses religiosos. La tragedia de la vida religiosa estadounidense es que las personas religiosas que carecen de coraje se concentran en posiciones de liderazgo.

En septiembre de 2021, por decimoquinto año consecutivo (excepto en 2020), dirigí los Servicios de Altas Fiestas Judías para unas 400 personas, sin necesidad de mascarillas ni vacunas. Otras sinagogas podrían haber hecho lo mismo, pero casi todos los rabinos y las juntas de las sinagogas estaban demasiado asustados y obedientes para hacerlo. Y, por supuesto, lo mismo es válido para la mayoría de las iglesias, ya sean católicas, protestantes o mormonas. Demasiado asustados. Y demasiado obedientes a los dictados irracionales.

Pagarán un precio a medida que la gente comprenda gradualmente cuán débiles fueron sus líderes religiosos. Y pagarán otro precio: al mantener sus iglesias y sinagogas cerradas durante tanto tiempo (sin una buena razón), es posible que muchos de sus feligreses simplemente no regresen.

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SONDAS: Dennis Prager, el rabino judío, autor del artículo, tiene razón al decir que hay muchas irracionalidades en la vida de hoy y, sobre todo, en las llamadas comunidades religiosas. Y si no, ahí está Prager enumerando las confesiones más relevantes de Estados Unidos –católicos, protestantes, mormones y judíos. Y ésta es la primera irracionalidad en la que cae. ¿Cómo se puede hablar de religión en plural y al mismo tiempo denominar a esas religiones monoteístas? ¿Hay, entonces, más de un Dios? Si solo hay uno, entonces solo puede haber una religión.

Y así lo han declarado los cristianos, aunque su credo, la base de su creencia, de su teología, es la trinidad. Es decir, tres; tres dioses de la misma naturaleza, pero diluidos, como el café, en una misma substancia; o tres substancias en una misma persona, en un mismo sobrecito; o algo así –un zancocho que no hay quién se lo coma, a no ser por la fuerza. Las inquisiciones europeas mantenían vivas las hogueras de noche y de día.

El caso de los judíos todavía es más perturbador, pues carecen de transcendencia. Toda su teología se basa en dominar la Tierra, este bajo mundo, el mundo terrenal o terrícola. De ahí, que no hayan aceptado a Isa, Jesús, como el Mesías –un tipo vulgar, sin ejército y que proponía que cuando te dieran un bofetón en una mejilla, pusieras la otra. Para los judíos el Mesías no es un profeta ni el hijo de Dios, sino un general, un rey, con el que conquistar el mundo.

Y sin embargo y a pesar de posiciones tan contrarias, todos ellos se llevan bien. Se revuelven como los cerdos en sus excrementos teológicos, en sus zancochos, en sus aberraciones lógicas y ontológicas.

La segunda irracionalidad de Prager es haber excluido al Islam como una de las comunidades religiosas más relevantes de Estados Unidos. Mas en este caso Prager ha acertado, pues el Islam no es una religión, sino la religión, ya que es el único credo en el que el sistema profético no queda cortado y, por lo tanto, incompleto. Desde Adam hasta Muhammad, los musulmanes aceptan a todos los profetas; aceptan todos los libros revelados; aceptan a Isa como el Mesías, pero rechazan la incongruencia de considerarle hijo de Dios, hijo del Altísimo.

Mas Islam es algo más que una confesión religiosa. Es la alternativa a la confusión y a las aberraciones teológicas que pululan por doquier. Las comunidades cristianas y judías aumentan el número de sus feligreses a través, meramente, de la reproducción, pues no hay conversiones. Nadie se convierte al cristianismo ni al judaísmo –justo lo contrario de lo que sucede con el Islam. Se calcula que en la actualidad hay entre 4 y 5 millones de musulmanes en Estados Unidos, pero muchos observadores apuntan al imparable ascenso del Islam y a prever que no ha mucho tardar podría convertirse en la segunda confesión religiosa de Estados Unidos. Y ello en cuanto al número, mas no en cuanto a la práctica, pues en este sentido ya es la única comunidad religiosa en la que la mayoría de sus miembros la practica diariamente.

Mas la mayor irracionalidad de todas sigue siendo el obligar a millones de seres humanos a creer y a celebrar los mayores altercados teológicos. Y cuando llega la hora de la verdad, cuando, cánticos aparte, hay que mostrar la robustez de nuestra fe, las iglesias y las sinagogas cierran simplemente porque la gente tiene miedo a morir. Todos esos cristianos y judíos que todavía frecuentan las iglesias y las sinagogas están llenos de supersticiones y de ignorancia. En el judaísmo ni siquiera hay Paraíso y en el cristianismo no está claro que sea deseable, pues más que un jardín frondoso, parece un velatorio.

Los judíos y los cristianos tienen miedo a la muerte, desean fervientemente la inmortalidad en este mundo, pues han crecido en la más abominable confusión teológica. Ambos quedan denunciados en el Corán:

(5) Guíanos al camino de rectitud (6) –el camino de los que has agraciado, (7) no el de los que son objeto de ira (judíos) ni el de los extraviados (cristianos). (Corán 1-Sura de la apertura)

No podrán seguir arrastrando por mucho más tiempo una historia de rebeldía e intransigencia, de crímenes. Serán aventados como paja que se lleva el viento y no quedará nada de ellos, pues han blasfemado contra el Altísimo; han borrado su Nombre de la memoria de sus seguidores; han matado a los profetas y los han tachado de adúlteros, de incestuosos y de farsantes; han negado a Muhammad como sello de la profecía; le han puesto candado al Corán para que nadie lo pueda ni siquiera abrir. Y ahora el judío Prager se pregunta por qué durante la pandemia se cierran las iglesias y las sinagogas.

La noche se cierne sobre la consciencia de los hombres, mas en las mezquitas de todo el mundo los musulmanes adoran al Altísimo hombro con hombro, sin distanciamiento y sin mascarillas porque los musulmanes lo que desean es el encuentro con su Señor. ¿Puede un judío entender eso? ¿Puede un cristiano imaginarse el Paraíso?

(104) Cuando se les dice: “Venid a lo que Allah hace descargar y al Mensajero,” dicen: “Nos basta con seguir aquello que seguían nuestros padres.” ¿Incluso si sus padres no sabían nada de nada ni estaban guiados? (Corán 5-Sura del descenso de la mesa)