El diluvio aumenta los temores de que la desorganización en los ciclos naturales causada por los humanos esté haciendo que el clima extremo sea aún peor de lo previsto.
Jonathan Watts para The Guardian
La intensidad y la escala de las inundaciones en Alemania esta semana han conmocionado a los científicos relacionados con el cambio climático, que no esperaban que se batieran récords en un área tan amplia o tan pronto.
Después de la ola de calor mortal en los EE UU y Canadá, donde las temperaturas subieron por encima de los 49,6 ° C hace dos semanas, el diluvio en Europa central ha generado temores de que la alteración climática causada por los humanos esté empeorando el clima extremo más de lo previsto.
Los récords de precipitación se rompieron en una amplia zona de la cuenca del Rin el miércoles, con consecuencias devastadoras. Al menos 58 personas murieron, decenas de miles de hogares se inundaron y se interrumpieron los suministros de energía.
Partes de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia se inundaron con 148 litros de lluvia por metro cuadrado en 48 horas en una parte de Alemania en la que generalmente no se sobrepasan los 80 litros durante todo julio.
La ciudad de Hagen declaró el estado de emergencia después de que el Volme se desbordara y sus aguas subieran a niveles nunca antes vistos.
El más sorprendente récord se estableció en la estación Köln-Stammheim, que sufrió un diluvio de 154 mm de lluvia durante 24 horas, muy por encima de los 95 mm que es habitual en esa ciudad.
Los científicos relacionados con el cambio climático han predicho durante mucho tiempo que las emisiones humanas causarían más inundaciones, olas de calor, sequías, tormentas y otras formas de clima extremo, pero los últimos acontecimientos han superado con mucho esas expectativas.
Dieter Gerten, profesor de climatología e hidrología del cambio global en el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, comentó al respecto: «Parece que no solo estamos por encima de lo normal, sino también en dominios que no esperábamos en términos de extensión espacial y de la velocidad a la que se han desarrollado».
Gerten, quien creció en una aldea del área afectada, dijo que los aguaceros de verano anteriores habían sido muy fuertes, pero afectaron a un área más pequeña, y las tormentas de invierno pasadas no elevaron los ríos a niveles tan peligrosos. “El evento de esta semana es totalmente atípico para esa región. Duró mucho tiempo y afectó a una amplia zona”.
Los científicos necesitarán más tiempo para evaluar hasta qué punto las emisiones humanas han hecho que esta tormenta fuera más probable, pero el aguacero récord está en consonancia con tendencias globales más amplias.
SONDAS: El alarmismo con el que se están presentando últimamente las catástrofes naturales que parecen estar asolando a una buena parte de la torta terráquea, podría disparar las teorías conspiracionistas. Y no sería para menos, pues esos calores y esas inundaciones fuera de toda lógica climática, aun teniendo en cuenta la negativa interacción de la actividad humana con los ciclos naturales, bien podrían ser el efecto de ciertos experimentos, que ya empezaron a desarrollarse con empresas japonesas en los años 90, para cambiar los climas o desencadenar “catástrofes naturales”.
Podría ser (de hecho Merkel estaba en los Estados Unidos reunida con Biden cuando empezaron las inundaciones). Mas, sobre todo, lo que confiere una abundante credibilidad a estas reflexiones es el hecho de que los desastres naturales están siempre libres de sospecha de que se hayan producido por la manipulación humana y, al mismo tiempo, producen los efectos deseados por el nuevo orden mundial –despoblación y destrucción económica.
Ahora, decenas de miles de personas se han quedado, literalmente, en la calle o en los tejados, sin corriente eléctrica, sin internet, sin luz… sin comunicaciones. La vida urbana, e incluso rural, se va haciendo cada vez menos atractiva. Lo mejor es quedarse en casa, en casas especiales anti-catástrofes. Lo más recomendable es no viajar, navegar por realidades virtuales mucho más atractivas que las reales. Afuera, no hay, sino destrucción, pobreza, enfermedades… En la pantalla tenemos todo lo que necesitamos –un mundo sin sorpresas, sin hecatombes.
Es curioso que las predicciones sobre los cambios climáticos se estén materializando con una admirable precisión. Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copérnico en el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Mediano Plazo, declaraba recientemente:
Con el cambio climático, esperamos que todos los efectos hidro meteorológicos se vuelvan más extremos. Lo que hemos visto en Alemania es en general coherente con esta tendencia.
Los siete años más calurosos de la historia se han producido desde 2014, en gran parte como resultado del calentamiento global, que es causado por los gases de escape de los motores, los incendios forestales y otras actividades humanas. Los modelos informáticos predicen que esto provocará un clima más extremo, lo que significa que los récords se romperán con más frecuencia en más lugares.
América ha sido el centro de atención en las últimas semanas. El récord nacional canadiense de calor se superó en más de 5 ° C hace dos semanas, al igual que varios récords locales en Oregon y Washington. Estos extremos en tales latitudes eran virtualmente imposibles sin el calentamiento impulsado por los humanos. El fin de semana pasado, la estación de monitoreo en el Valle de la Muerte en California registró 54.4 ° C, lo que podría resultar la temperatura más alta registrada en la Tierra.
La secuencia parece incuestionable e irreversible: Se comienza a hablar de la influencia negativa de la actividad humana en el clima – se organizan congresos mundiales para luchar contra esta tendencia degenerativa del clima – se involucran los gobiernos occidentales con drásticas medidas que nunca se pondrán en práctica – continúa el deterioro climático – se intensifica la propaganda – la lucha contra el cambio climático se convierte en parte fundamental de los programas de los gobiernos occidentales – aparecen fenómenos climáticos extremos en todo el mundo – el pánico aumenta – se une este pánico al pandémico – habrá que tomar medidas anti-crisis – se suspenderán las más elementales libertades civiles… Campos de concentración para los no-vacunados, prisión para los que promueven campañas contra la vacunación, desaparición de la vida social, de los viajes, de la movilidad.
Mas, ¿pueden las poblaciones secuestradas por el miedo, por el pánico, por el terror… analizar con frialdad y objetividad las informaciones que recibimos a través de los medios de comunicación?
El miedo nos dirige como la varilla dirige al aro, hacia cualquier derrotero, hacia el abismo incluso. Debemos detener el juego y analizar lo que está ocurriendo. Vendrán nuevos virus, nuevas pandemias, nuevas vacunas, nuevas catástrofes… y la varilla nos dirigirá hacia algún campo de concentración preparado para hacer frente a las crisis.
¡Tan difícil es ver claramente este final!