Beijing ha advertido a Estados Unidos de no crear una versión de la OTAN del Indo-Pacífico en apoyo a Taiwán.
Scott Ritter para RT News
Si bien China ha dejado en claro que no existe una correlación directa entre Ucrania y Taiwán, señalando que Taiwán es una parte integral de China, su silencio sobre el uso de la fuerza por parte de Rusia debería dar que pensar a aquellos que pueden dudar de la voluntad de Beijing de recurrir a una acción similar cuando se trata de defender sus propias reivindicaciones territoriales.
Mientras Estados Unidos y la OTAN luchan por lidiar con la crisis que se desarrolla en Ucrania, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ha emitido una advertencia a la administración Biden para que no repita los errores cometidos en Europa al intentar crear una versión de la OTAN en el Pacífico para contener y restringir a China. Wang hizo estos comentarios en su conferencia de prensa anual después de la reunión de la Asamblea Popular Nacional, el principal órgano legislativo del país, en Beijing este lunes, 7 de marzo. Llamando a tales planes “acciones perversas” que “van en contra de la aspiración común de la región de paz, desarrollo, cooperación y resultados beneficiosos para ambas partes”, Wang declaró que si Estados Unidos los implementa, “estarán condenados al fracaso”.
Wang también criticó a Estados Unidos por expandir sus lazos, incluida la cooperación militar y la venta de armas, con Taiwán. Wang advirtió que tales políticas “no solo empujan a Taiwán a una situación precaria, sino que también traerán consecuencias insoportables para el lado estadounidense”, y agregó, de manera un tanto siniestra, “Taiwán finalmente volverá al seno de la madre patria”.
China no ha ocultado su reivindicación sobre Taiwán, o su ambición de cumplir con esa reivindicación por cualquier medio necesario, incluida la fuerza militar. Si bien las perspectivas de cualquier acción militar a corto plazo de China contra Taiwán se han considerado remotas, la ofensiva rusa en Ucrania ha hecho que muchos observadores reconsideren esa posición.
Las preocupaciones chinas no son imaginarias, sino extraídas de una lectura directa de la guía publicada por la administración Biden en la primavera de 2021. “Nuestras alianzas democráticas”, declaró el presidente Joe Biden en su guía estratégica interina de seguridad nacional, “nos permiten presentar un frente común, producir una visión unificada y unir nuestras fuerzas para promover altos estándares, establecer reglas internacionales efectivas y hacer que países como China rindan cuentas. Y esa es la razón de que reafirmemos, invirtamos y modernicemos la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y nuestras alianzas con Australia, Japón y la República de Corea del Sur, que, junto con nuestras otras alianzas y asociaciones globales, son los mayores aliados estratégicos de Estados Unidos”, agrega el documento.
Una simple lectura de ese texto muestra claramente que Estados Unidos buscaba una alianza similar a la OTAN en el Pacífico centrada únicamente en el tema de “hacer que China rindiera cuentas”. Es bajo esta luz que uno debe ver asociaciones como el «Quad», una asociación militar entre los Estados Unidos, Japón, India y Australia, y la alianza AUKUS, recientemente constituida, compuesta por Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Ambas organizaciones existen únicamente para coordinar una respuesta militar a la presencia expansiva de China en la región del Pacífico.
Como para recalcar el punto de que no se quedará de brazos cruzados mientras Estados Unidos conspira en su contra, China anunció el viernes que estaba realizando un ejercicio militar de una semana en el Mar de China Meridional, cerca de las aguas territoriales de Vietnam. Si bien el alcance y la escala del ejercicio son limitados, ya que abarca un radio de seis millas náuticas, su mensaje fue claro: China está preparada para usar la fuerza, si es necesario, para defender sus reivindicaciones territoriales en la disputada región. El anuncio del ejercicio se produjo inmediatamente después de una serie de movimientos militares cerca de Taiwán, donde el tránsito de un buque de guerra estadounidense a través del Estrecho de Taiwán fue contrarrestado por la incursión de aviones militares chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán.
SONDAS: Los imperios están condenados al fracaso y a la autodestrucción, como la historia está cansada de advertirnos. Con la construcción de su muralla China trazaba la línea roja que no se debe traspasar, pues no habría en ello beneficio alguno. China cerraba con la muralla su territorio más como un símbolo que como una protección efectiva contra invasiones extranjeras, pero también era un mensaje al mundo: “Que cada uno se quede en su casa, pues hay suficiente trabajo por hacer sin necesidad de tratar de cultivar campos ajenos.”
Gran Bretaña trataba de civilizar a la India mientras en su propio huerto buena parte de la población vivía en la más absoluta miseria y explotación laboral, alcanzando incluso a los niños. Es decir, el imperialismo, la expansión territorial anti-natura, siempre tiene como objetivo enriquecer a las elites en detrimento de los individuos menos favorecidos.
El mensaje que China lanza hoy al mundo, especialmente a Estados Unidos, es el mismo que el que representa su muralla –organicemos el mundo en bloques coherentes y erradiquemos de nuestro ideario el concepto de hegemonía universal. Y ese mensaje no ha caído en saco roto. Es, probablemente, la última fase posible de la globalización:
-China aglutinaría a todas las naciones del Pacífico, incluidas Taiwán, Tailandia y Vietnam.
-Estados Unidos, desde Alaska hasta Tierra de fuego, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda se erigirían como el bloque anglo-sajón.
-Conformando una de las más simpáticas paradojas, Rusia, que nunca pudo ser conquistada por Europa, sería ahora la encargada de originar el tercer bloque, que comprendería el vasto territorio que se extiende desde Lisboa hasta Vladivostok.
-África se convertiría en la reserva natural de riquezas de las que se beneficiarían todos.
La posibilidad de que estos tres bloques, aparte del africano, se unificasen en uno solo no parece realista, incluso si a través de esta re-agrupación de naciones se lograse, ante todo, un control absoluto de la humanidad. La única forma de conseguirlo sería a través de una guerra nuclear que eliminase al 90 por cien de la población mundial actual, generase una destrucción casi total de ciudades y de zonas de cultivo y de esa situación distópica surgiese un poder que reagrupase a los supervivientes en un mismo territorio, sin tecnología, pero con una vigilancia constante. Este escenario es posible, pero poco probable, ya que conociendo la psicología del hombre, tras esta hecatombe nuclear los supervivientes en seguida formarían bandas que lucharían entre ellas para conseguir las mejores zonas, y poco a poco se reproducirían los mismos problemas sociales que se intentaron eliminar con esa supuesta guerra total.
El primer escenario, sin embargo, es el que más posibilidades tiene de implantarse. El hecho de que Rusia esté tomando Ucrania, pieza a pieza, y que controle el tema energético de Europa al mismo tiempo que China sigue reivindicando Taiwán, pero sin pasar a la acción, son indicios claros de que se está re-estructurando bajo la mesa la nueva geografía política del mundo junto con el orden mundial que surgirá de ella.
Mas antes de que todo esto se consiga, habrá que establecer ciertos prolegómenos:
-despoblación drástica a nivel general,
-incremento tecnológico,
-individualización,
-vida on-line.
El hombre de hoy ya está preparado para este escenario como muy bien lo ha puesto de manifiesto la pandemia. El hombre de hoy puede aceptarlo todo, excepto el aburrimiento y la reflexión –las dos cosas que más detesta. Será, pues, la que se nos avecina una esclavitud entretenida e incluso emocionante.
(51) Se soplará en el cuerno y saldrán entonces de las tumbas presurosos a comparecer ante su Señor. (52) Dirán: “¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha levantado de nuestros lechos? Esto es lo que había prometido el Rahman. Los Enviados decían la verdad.” (53) No habrá, sino un solo grito y todos comparecerán ante Nosotros. (Corán 36-Sura Ya Sin)