4.SURA DE LAS MUJERES
(AN-NISA)
سُورَةُ النِّسَاءِ
Medinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) ¡Gentes –nas! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de una sola nafs[378], y creó de ella su pareja, generando, a partir de ellos dos, multitud de hombres y mujeres. Tomad en serio las advertencias de Allah, en cuyo nombre os exigís unos a otros vuestros derechos, y honrad las relaciones de consanguineidad. Nada de lo que hacéis queda fuera de la consciencia de Allah. (2) Devolved a los huérfanos sus bienes y no cambiéis lo inservible que tengáis por lo provechoso que tengan ellos. No devoréis sus bienes juntándolos a los vuestros. Hacerlo es transgredir lo que es lícito. (3) Si teméis no obrar con justicia con los huérfanos, casaos entonces con las mujeres que os agraden, con dos, tres o cuatro. Mas si teméis no ser ecuánimes, casaos sólo con una, o tened relaciones con las cautivas que poseáis. De esta forma, estaréis más cerca de no oprimir a nadie. (4) Dad a las mujeres su dote como está prescrito, pero si os devuelven una parte de ella porque así les place, tomadla y disfrutadla razonablemente. (5) No deis a los deficientes mentales la riqueza que Allah ha puesto en vuestras manos para que la administréis. Proveedles con ella, vestidles y habladles con sabias palabras. (6) Poned a prueba a los huérfanos que hayan alcanzado la edad de casarse, y si veis en ellos sensatez, entregadles sus bienes. No los malgastéis injustamente antes de que se hagan mayores. El que sea rico que se abstenga de gastar de su riqueza, y el que sea pobre que gaste de ella según lo que es razonable. Cuando les entreguéis sus bienes, que haya testigos. Allah basta para llevar la cuenta. (7) A los hombres les corresponde una parte de lo que dejen los padres y los familiares más allegados. También a las mujeres les corresponde una parte de lo que dejen los padres y los familiares más allegados, sea poco o mucho. Es la parte que les ha sido prescrita. (8) Y si aparecieran cuando se está haciendo la repartición otros familiares, huérfanos o pobres, proveedles con algo de lo que repartís y habladles de forma conveniente. (9) Que se preocupen por ellos como se preocuparían si fueran a dejar tras de sí una descendencia débil. Que teman a Allah y hablen juiciosamente. (10) Quienes devoren la riqueza de los huérfanos injustamente estarán llenando sus vientres de fuego. Arderán en el sair[379]. (11) Allah os prescribe acerca de la parte de la herencia que debéis legar a vuestros hijos –al varón le corresponde la misma parte que a dos hembras. Si hubiera más de dos mujeres, les correspondería dos tercios de lo que deje, pero si sólo hubiera una, para ella es la mitad. Para los padres, si tuviera algún hijo, un sexto a cada uno de los dos de lo que deje, pero si no hubiera hijos y fueran sus padres los únicos herederos, entonces a su madre le correspondería un tercio. Si tuviera hermanos, a su madre le correspondería un sexto, una vez que se hayan descontado los legados o las deudas que deje. No sabéis si son vuestros padres o vuestros hijos los que más cerca están de beneficiaros. Esto es lo que Allah os prescribe. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (12) A vosotros os corresponde la mitad de lo que dejen vuestras esposas en caso de que no tuvieran hijos, pero si hubiera algún hijo, entonces os corresponde un cuarto de lo que dejen después de haber descontado legados y deudas si los hubiera. A ellas les corresponde un cuarto de lo que dejéis si no tenéis ningún hijo, pero si hubiera algún hijo, entonces una octava parte de lo que dejéis, después de haber descontado legados y deudas si los hubiera. Si el hombre o la mujer de cuya herencia se trata sólo tuvieran herederos colaterales, un hermano o una hermana, para cada uno de ellos dos un sexto, pero si tuvieran más de dos, habrían de compartir un tercio después de haber descontado legados y deudas si los hubiera, sin que con ello se perjudique a nadie. Esto es lo que Allah os prescribe. Allah es el que Controla Su Ira, y según Su conocimiento actúa. (13) Estos son los límites que Allah ha establecido. A quien obedezca a Allah y a Su Mensajero se le hará entrar en Jardines por donde fluirán ríos. En ellos morarán para siempre. Esa será la gran victoria. (14) A quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero y traspase Sus límites se le hará entrar en el fuego en el que penará para siempre. Para él habrá un ignominioso castigo. (15) Si recayera sobre algunas de vuestras mujeres la sospecha de ser culpables de practicar el lesbianismo[380], buscad cuatro testigos de entre vosotros, y si dan testimonio contra ellas, retenedlas en las casas hasta que las reclame la muerte o Allah les de otra salida. (16) Y si dos de los vuestros fueran culpables de practicar la misma indecencia, infligirles un castigo, pero si se arrepienten y enmiendan su conducta, renunciad a ello. Allah se vuelve con Su perdón a quien se arrepiente, y es el Compasivo. (17) Allah acepta el arrepentimiento de aquéllos que hacen el mal por ignorancia y enseguida rectifican su conducta. Allah se volverá a ellos con Su perdón. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (18) Que no esperen el perdón los que después de haber hecho el mal, cuando se les presente la muerte, digan: “Ahora me arrepiento” ni los que mueran encubriendo la verdad. Para ellos hemos preparado un doloroso castigo. (19) ¡Creyentes! No os está permitido heredar las mujeres[381] contra su voluntad ni que pongáis a vuestras mujeres en tal situación que os permita llevaros parte de lo que les disteis, excepto si han cometido un acto probado de indecencia. Relacionaros con ellas de la mejor manera, y si las detestáis, sabed que tal vez estéis detestando algo en lo que Allah ha puesto un gran bien. (20) Si queréis divorciar a una de vuestras esposas para tomar a otra en su lugar y le habéis dado una cuantiosa dote, no toméis nada de ella. ¿Tomareis una parte utilizando la calumnia[382] y recurriendo claramente a lo que es ilícito? (21) ¿Cómo podríais llevaros parte de la dote después de haber disfrutado de ellas y de haberles prometido solemnemente que os mantendríais unidos? (22) No os caséis con aquéllas mujeres con las que vuestros padres hayan estado casados, a excepción de lo que se haya hecho con anterioridad. Eso es algo indecente y odioso, y un camino propicio para el mal. (23) Se os prohíbe casaros[383] con vuestras madres, vuestras hijas, vuestras hermanas, vuestras tías paternas, vuestras tías maternas, las hijas de vuestros hermanos, las hijas de vuestras hermanas, vuestras madres de leche que os amamantaron y vuestras hermanas de leche, las madres de vuestras mujeres y las hijastras que estén bajo vuestra protección y sean hijas de mujeres que hayáis tenido y con las que hayáis consumado el matrimonio, pero si no habéis llegado a consumarlo, entonces no hay falta en que os caséis con ellas. Así mismo se os prohíbe casaros con las esposas de vuestros hijos de sangre, así como casaros con dos hermanas al mismo tiempo, a excepción de lo que se haya hecho con anterioridad. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (24) De la misma manera, se os prohíben las mujeres que ya estén casadas, a excepción de las cautivas que poseáis. Así os lo ha prescrito Allah. Aparte de las que se han mencionado, todas las demás os son lícitas. Buscadlas con los medios que poseáis con honestidad y no simplemente para satisfacer vuestro deseo sexual, y puesto que habéis encontrado placer en ellas, dadles la dote como se ha prescrito. No incurrís en falta en lo que hagáis de mutuo acuerdo aparte de lo ordenado. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (25) El que de vosotros no tenga medios suficientes para casarse con mujeres libres creyentes que lo haga con esclavas creyentes que poseáis. Allah conoce vuestro iman. Unos procedéis de otros. Casaos pues con ellas con el permiso de sus amos y dadles lo que es razonable, siempre que sean decentes y no fornicadoras o de las que intiman con los hombres. Una vez que estén protegidas por el matrimonio, si cometen un acto de indecencia, les corresponde la mitad del castigo que a las mujeres libres[384]. Y ello para quien de vosotros tema caer en la fornicación, pero es mejor que os contengáis. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (26) Allah quiere clarificaros y guiaros a la sunnah de aquellos que os precedieron. Quiere otorgaros Su gracia. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (27) Allah quiere volverse a vosotros con Su gracia, pero los que siguen sus deseos quieren que os inclinéis decididamente al mal. (28) Allah quiere allanaros el camino, pues débil en verdad ha sido creado el hombre[385]. (29) ¡Creyentes! No malgastéis vuestra riqueza en lo que no tiene beneficio. Antes bien, usarla en transacciones comerciales que os satisfagan mutuamente. Mas cuidad que no os consuma la avaricia[386]. Allah es compasivo con vosotros. (30) Haremos que arda en el fuego [387] quien lo haga llevado por su afán de dominar tiránicamente. Eso es fácil para Allah. (31) Si os apartáis de las faltas más graves de las que os hemos advertido, os cubriremos el mal que hayáis hecho y os haremos entrar por una noble entrada. (32) No ansiéis aquello con lo que Allah ha agraciado a unos por encima de otros[388]. Los hombres tendrán lo que con diligencia se ganen, al igual que las mujeres. Mas pedid a Allah que os otorgue Su gracia. Allah tiene el conocimiento de todo cuanto existe, y según él actúa. (33) Hemos establecido que todos reciban una parte de lo que dejen los padres y los parientes más allegados. Y que aquéllos con los que hayáis ratificado un acuerdo reciban su parte. Allah está presente y nada se esconde a Su conocimiento. (34) Los hombres son guardianes de las mujeres por la gracia que Allah ha concedido a unos por encima de otros y por lo que gastan de su riqueza en mantenerlas. Las que están rectamente guiadas y son piadosas protegen los derechos de sus maridos que Allah les ha ordenado proteger. Pero a aquéllas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, alejaos del lecho en el que yacéis con ellas y pegadles, pero si os obedecen, no las oprimáis. Allah es el Altísimo, el Inabarcable. (35) Si teméis que vaya a haber ruptura entre los cónyuges, llevad el asunto a un miembro de la familia de él, que actúe como árbitro, y a otro de la familia de ella. Y si quieren reconciliarse, Allah facilitará su reconciliación. Allah tiene el registro completo de todas vuestras acciones, y según Su conocimiento actúa. (36) Adorad a Allah y no deis poder a otros que a Él. Sed complacientes con vuestros padres, con vuestros familiares más allegados, con los huérfanos y con los pobres, con los vecinos más próximos y con los más alejados. Mostrad amabilidad con el compañero ocasional, con el viajero y con los cautivos que poseáis. Allah no ama a los falaces y jactanciosos (37) –esos que son codiciosos, ordenan la avaricia a los demás y ocultan aquello con lo que Allah les ha agraciado. Hemos preparado para los encubridores un ignominioso castigo[389]. (38) Los hay que dan de su riqueza para que los vea la gente, pero no creen en Allah ni en el Último Día. Quien tenga al shaytan por amigo íntimo –qarin[390]– que sepa que ha tomado por amigo a un mal compañero. (39) ¿Qué daño podría haber en que creyesen en Allah y en el Último Día, y diesen de aquello con lo que Allah les sustenta? Allah los conoce bien. (40) Allah no es injusto ni el peso de un átomo. Toda buena acción será multiplicada, y recibirán de Su parte un enorme galardón. (41) ¿Cómo será cuando traigamos a un testigo de cada ummah[391] y te traigamos a ti como testigo de todos ellos? (42) Ese Día los encubridores y los que desobedecieron al Mensajero desearán ser polvo o tierra esparcida, pues nada le podrán ocultar a Allah. (43) ¡Creyentes! No os acerquéis a la salah ebrios, sin saber lo que decís ni impuros –salvo que estéis de paso– hasta que no os lavéis. Si estáis enfermos o de viaje o viene alguno de vosotros de hacer sus necesidades o habéis tenido relación con vuestras mujeres y no encontráis agua, haced tayammum pasándoos tierra limpia por la cara y las manos. Allah es el Indulgente, el Perdonador[392]. (44) ¿Te has fijado[393] en los que recibieron una parte del Kitab[394] cómo compran el extravío y quieren que os salgáis del camino? (45) Allah conoce a vuestros enemigos. Allah os basta como protector. En Allah tenéis el más firme apoyo. (46) Entre los hadu los hay que cambian el sentido de las palabras y dicen: “Oímos y desobedecemos,” “oye, pero no escuches,” “raina[395],” torciendo su significado con sus lenguas y calumniando el Din. Si dijeran: “Oímos y obedecemos,” “escucha, atiéndenos,” sería mejor para ellos y más recto, pero Allah los ha maldecido por haber encubierto la verdad y sólo unos pocos de ellos creen. (47) ¡Vosotros que habéis recibido el Kitab! ¡Creed en lo que descargamos, confirmando lo que ya teníais. Que lo hagan antes de que llegue el tiempo en el que sean denigrados[396] o les maldigamos como maldijimos a los que no respetaron el sábado. El plan de Allah es inamovible. (48) De ningún modo perdonará Allah que se dé poder a otros que a Él, pero aparte de eso perdona según Su voluntad. Quien asocie algo con Allah habrá forjado un enorme embuste. (49) ¿Te has fijado en los que declaran estar puros[397]? Es Allah Quien purifica a quien quiere. Nadie sufrirá injusticia alguna[398]. (50) Mira cómo fraguan embustes contra Allah y ponen así en evidencia su iniquidad. (51) Acaso no te has fijado en cómo creen en los yibt[399] y en los taghut esos a los que se les dio parte del Kitab, y dicen de los encubridores: “Están mejor guiados que los creyentes[400].” (52) Ésos son a los que Allah ha maldecido, y aquel a quien Allah maldice no encontrará en quien apoyarse. (53) ¿O es que acaso poseen algo de la soberanía? Si así fuera, no le darían a la gente –nas– ni lo que cabe en la estría de un hueso de dátil[401]. (54) ¿O es que sienten envidia de sus semejantes por aquello con lo que Allah les ha agraciado? A la familia de Ibrahim le dimos el Kitab, la Hikmah y un inmenso dominio[402]. (55) Entre ellos los hay que creyeron en él y los hay que lo rechazaron. El sair[403] de yahannam les bastará. (56) A los que hayan encubierto Nuestros signos les abrasaremos en el fuego. Cada vez que se les queme la piel, se la cambiaremos por otra para que sigan gustando el castigo. Allah es el Poderoso, el que Juzga con Sabiduría. (57) A los que crean y actúen con rectitud les haremos entrar en Jardines por los que fluirán ríos. En ellos morarán para siempre. Tendrán esposas puras y una apacible sombra les cubrirá. (58) Allah os ordena devolver los depósitos a sus dueños y que cuando juzguéis entre los hombres, lo hagáis con justicia. ¡Cuánta bendición hay en aquello con lo que Allah os alecciona! Allah está atento a todo cuanto acontece en Su creación, y es consciente de la intención que os mueve a actuar. (59) ¡Creyentes! Obedeced a Allah, obedeced al Mensajero y a aquéllos de vosotros que tengan autoridad. Si en algo estáis en desacuerdo y creéis en Allah y en el Último Día, remitid el asunto a Allah y al Mensajero. Suyo es el mejor dictamen. (60) ¿No te has fijado[404] en los que pretenden creer en lo que se te ha hecho descargar y en lo que se hizo descargar antes de ti? Quieren apelar a los taghut[405] a pesar de que se les ha ordenado no seguirles. El shaytan quiere que se pierdan llevándoles a un extravío del que no puedan volver[406]. (61) Cuando se les dice que vengan a lo que Allah ha hecho descargar y al Mensajero, ves cómo te eluden esquivos los hipócritas. (62) Cómo es que cuando les ocurre una desgracia por culpa de sus malas acciones, vienen a ti jurando por Allah que no deseaban otra cosa que arreglar las cosas de la mejor manera. (63) Allah sabe lo que hay en sus corazones. Así pues, aléjate de ellos, pero no dejes de advertirles y de hablarles, de modo que tus palabras puedan activar su consciencia. (64) No hemos enviado a ningún Mensajero, sino para que fuera obedecido por la voluntad de Allah. Si después de haber sido víctimas de su propia infamia, hubieran venido a ti, hubieran suplicado perdón a Allah y hubiera el Mensajero pedido por ellos, habrían encontrado en Allah perdón y benevolencia[407]. (65) ¡Pero no! Por tu Señor que no creerán hasta que no acepten tu juicio en sus disputas, y lo acepten con total rendición. (66) Si les hubiéramos ordenado –“Morid o abandonad vuestros hogares”– sólo unos pocos lo habrían hecho[408]. Mejor habría sido para ellos que hubieran obedecido en aquello que se les ordenaba, pues su creencia se habría de ese modo reforzado. (67) Les habríamos concedido un enorme galardón (68) y les habríamos guiado al camino de rectitud. (69) Quienes obedezcan a Allah y al Mensajero estarán junto a los que Allah ha agraciado –los Profetas, los veraces, los que murieron por la causa de Allah y los que actúan con rectitud. ¡Qué excelentes compañeros! (70) Esa es la gracia que Allah concede a Sus siervos. El conocimiento de Allah basta para ello. (71) ¡Creyentes! Estad en guardia y salid a combatir en destacamentos o como un solo ejército, según os parezca más conveniente. (72) Entre vosotros los hay que se muestran remisos a la hora de salir a luchar. Si acontece que sufrís un revés, alegan que por la gracia de Allah no han muerto allí con vosotros. (73) Mas si Allah os favorece con Su gracia, seguro que dirán, como si no hubiera otro lazo entre vosotros que sus propios intereses: “¡Ay de mí! Si hubiera estado con ellos, habría obtenido una buena ganancia.” (74) Que luchen por la causa de Allah aquéllos que estén dispuestos a cambiar la vida de este mundo por la de Ajirah. A quien luche por la causa de Allah y muera o salga victorioso le daremos un inmenso galardón. (75) ¡Qué os pasa que no lucháis por la causa de Allah cuando los hombres más débiles y oprimidos de entre vosotros, las mujeres y los niños suplican: “¡Señor nuestro! ¡Sácanos de este pueblo de tiranos, y danos un protector y alguien en quien apoyarnos!” (76) Los que creen luchan por la causa de Allah y los encubridores luchan por la causa de los taghut[409]. ¡Combatid a los secuaces del shaytan! Débil en verdad es su estratagema. (77) ¿Acaso no te has parado a pensar en aquellos a los que se les dijo: “Reprimid vuestras manos, estableced la salah y entregad la zakah.” Mas cuando se les ordenó luchar, algunos de ellos temieron a los hombres como se teme a Allah o con un temor aún mayor. Dijeron: “¡Señor nuestro! ¿Por qué nos ordenas luchar? ¿No podrías retrasar un poco más este momento?” Respóndeles que la vida de este mundo no es, sino un efímero tránsito, por ello los temerosos anhelan la de Ajirah. Allí no sufriréis injusticia alguna. (78) Dondequiera que estéis os atrapará la muerte, aún si estuvierais en imponentes torreones. Si les acontece algún bien, dicen: “Esto viene de Allah,” pero si les sobreviene algún mal, dicen: “Esto viene de ti.” Aclárales que todo viene de Allah[410]. ¡Qué le pasa a esta gente que apenas comprenden una palabra de lo que se les dice! (79) Lo que os acontece de bueno viene de Allah, y el mal que os pueda sobrevenir viene de vosotros mismos. Y que sepan que te hemos enviado como Mensajero a toda la humanidad. Nada se esconde al conocimiento de Allah. (80) Quien obedezca al Mensajero estará obedeciendo a Allah, y quien le dé la espalda que sepa que no te hemos enviado para que seas su guardián. (81) Afirman obedecerte, pero cuando se alejan de ti, hay un grupo que maquina en sus reuniones nocturnas en contra de lo que dices. Allah registra sus maquinaciones. Así pues, apártate de ellos y encomiéndate a Allah. Allah basta como protector. (82) ¿Acaso no recapacitan sobre el Qur-an[411]? Si no proviniera de Allah, habría en él infinidad de contradicciones. (83) Cuando les llega la noticia de algo que podría afectar a la seguridad o referente a un peligro, enseguida la difunden. Si la remitieran al Mensajero o a cualquiera de sus mandos, éstos la investigarían y ponderarían la veracidad de la misma. Si no fuera por la gracia de Allah y por Su rahmah[412], la mayoría de vosotros seguiríais al shaytan. (84) Lucha por la causa de Allah. Tú no eres responsable, sino de ti mismo. No obstante, instiga a los creyentes a combatir –quizás Allah refrene la violencia de los encubridores. La violencia de Allah es más fuerte y Su castigo más implacable. (85) Quien se preste a mediar en una causa justa recibirá parte del bien que surja de ella, y a quien lo haga en una causa injusta se le pedirán cuentas por el daño que resulte de ésta. Allah está vigilante de todo cuanto acontece en Su creación. (86) Cuando os dirijan un saludo, responded con uno mejor o devolverlo con otro igual. Allah lleva la cuenta de todas vuestras acciones. (87) ¡Allah –no hay ilah, sino Él! Tened por seguro que os reunirá el Día del Resurgimiento, el cual, con toda certeza, ha de llegar. ¿Puede haber un discurso más veraz que el discurso de Allah? (88) ¿Qué os pasa que os dividís con respecto a los hipócritas mostrando dos opiniones diferentes? Allah los ha degradado merecidamente. ¿Acaso queréis guiar a quien Allah ha extraviado? Para el que Allah extravía no encontrarás camino que le devuelva a la guía. (89) Les gustaría que encubrieseis la verdad para que así fueseis igual que ellos. No los aceptéis como aliados hasta que no emigren por la causa de Allah. Y si reniegan, sitiadles y matadles allí donde los encontréis. No los toméis como protectores ni busquéis apoyo en ellos. (90) Salvo aquéllos que se unan con los que hayáis hecho un pacto o vengan a vosotros sin que en sus corazones haya la intención de combatiros o de combatir a su propia gente. Si Allah hubiera querido, les habría dado poder sobre vosotros y os habrían acometido. Por lo tanto, si se retiran sin combatiros y os ofrecen la paz, sabed que Allah no os permite ir contra ellos. (91) Os encontraréis con otros que quieren estar a salvo de vosotros y a salvo de su gente, pero cada vez que vuelven a la fitnah, más se degradan en ella. Si no se alejan, os ofrecen la paz y refrenan sus manos, sitiadles y matadles allí donde los encontréis. Os hemos dado una clara autoridad sobre ellos. (92) No es propio de un creyente matar a otro creyente, a no ser por error. Quien mate a un creyente por error que ponga en libertad a un esclavo creyente y pague íntegro el precio de sangre que sea aceptable para su familia, a menos que ésta renuncie a él. Si pertenecía a una gente enemiga vuestra, pero era creyente, que se libere a un esclavo creyente. Y si pertenecía a una gente con la que tuvierais algún pacto, que se pague el precio de sangre a su familia y se ponga en libertad a un esclavo creyente. Mas quien no encuentre los medios para hacerlo que ayune dos meses consecutivos como muestra de su arrepentimiento. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (93) Quien mate a un creyente intencionadamente se habrá ganado yahannam[413]. Allí penará para siempre. Sobre él caerá la ira de Allah y Su maldición. Le tendrá preparado un terrible castigo. (94) ¡Creyentes! Cuando salgáis a luchar por la causa de Allah, examinar cuidadosamente la situación y no digáis a quien os ofrezca la paz: “Tú no eres creyente,” deseando los bienes de este mundo cuando junto a Allah hay abundantes botines[414]. Así erais vosotros antes de que Allah os concediera Su gracia. Así pues, mostrad discernimiento. Allah tiene el registro completo de vuestras acciones. (95) No son iguales los creyentes que se quedan en sus casas sin tener ningún impedimento físico y los que luchan[415] por la causa de Allah con sus bienes y sus vidas. A éstos Allah les ha dado mayor rango que a los que se abstienen de combatir. A ambos les ha prometido lo más hermoso, pero ha elevado a los que combaten por encima de los que eluden la lucha (96) –rangos que Él otorga, perdón y rahmah. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (97) A los que se lleven los malaikah habiendo sido víctimas de su propia infamia les preguntarán: “¿Qué os pasaba que actuasteis de esa manera?” Responderán: “Estábamos oprimidos en nuestra tierra.” Les dirán: “¿Acaso no era ancha la Tierra de Allah como para que emigraseis y os alejaseis de la opresión que sufríais?” Su morada será yahannam[416]. ¡Qué mal destino! (98) No así los oprimidos de entre los hombres, las mujeres y los niños que no tengan poder ni los medios para salir de su situación. (99) A éstos Allah podrá perdonarles, pues Allah es el Indulgente, el Perdonador. (100) Quien emigre por la causa de Allah encontrará en la Tierra muchos lugares donde refugiarse y vivir holgadamente. Quien abandone su hogar para emigrar por Allah y Su Mensajero y le dé alcance la muerte que sepa que Allah se hace responsable de su merecido galardón. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (101) Cuando salgáis de viaje no hay falta en que acortéis la salah si teméis que os ataquen los encubridores. Esos son vuestros más claros enemigos. (102) Cuando estés con ellos y les dirijas en la salah[417], que una parte permanezca en pie contigo llevando sus armas, y cuando se hayan postrado, que se coloquen detrás y que luego venga la parte que no haya hecho la salah y la hagan contigo manteniéndose en guardia y armados. Los encubridores desearían que fuerais negligentes en este punto para caer sobre vosotros por sorpresa. No cometéis falta si dejáis a un lado las armas a causa de la lluvia o si estáis enfermos, pero manteneos en guardia. Allah ha preparado para los encubridores un ignominioso castigo[418]. (103) Cuando hayáis terminado de hacer la salah, recordad a Allah de pie, sentados o acostados. Y cuando os sintáis seguros, estableced la salah (completa y en su tiempo). La salah les ha sido prescrita a los creyentes para que la realicen en los tiempos fijados. (104) Perseguid a vuestros enemigos sin descanso. Si es penoso para vosotros, también lo es para ellos, pero vosotros esperáis de Allah lo que ellos no esperan. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (105) Hacemos que se descargue sobre ti el verdadero Kitab que contiene todo lo necesario para que juzgues entre la gente –nas– con la rectitud que Allah te muestra para cada asunto. Por ello, no discutas la suerte de los que han traicionado su compromiso. (106) Pide perdón a Allah. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (107) No abogues por los que son víctimas de su propia infamia. Allah no ama a los innobles traidores. (108) Se esconden de los hombres, pero no pueden esconderse de Allah. Está con ellos cuando hablan en sus reuniones nocturnas de manera que Le displacen. Allah los sitia con sus propias acciones. (109) Podéis abogar por ellos en esta vida, ¿pero quién abogará por ellos ante Allah el Día del Resurgimiento o en quién encontrarán apoyo? (110) Quien haga el mal o se dañe a sí mismo y luego pida perdón a Allah, encontrará que Allah es el Perdonador, el Compasivo[419]. (111) Quien participe en una maldad se habrá ganado para sí mismo sus frutos. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (112) Quien cometa una falta o un delito y luego acuse de ello a un inocente, habrá cargado con una calumnia y un delito flagrantes. (113) Si no fuera por la gracia y la rahmah con las que Allah te protege, se habría dispuesto un grupo de ellos a extraviarte, pero sólo se extravían a sí mismos. No podrán causarte ningún daño. Allah hace que descienda sobre ti el Kitab[420] y la Hikmah, y te enseña lo que no sabías. Inmensa es la gracia que Allah despliega sobre ti. (114) No hay ningún bien en la mayoría de las confidencias que se hacen, salvo en las de quien exhorta a la generosidad y a actuar con rectitud o intenta reconciliar a la gente. A quien así actúe, deseando complacer a Allah, le daremos un inmenso galardón. (115) A quien se oponga al Mensajero después de haberle sido aclarada la guía y siga otro camino que el de los creyentes, le abandonaremos en su extravío y haremos que arda en yahannam. ¡Qué mal destino! (116) Allah no perdona que se le dé poder a otro que a Él. Todo lo demás se lo perdona a quien quiere según Su voluntad. Perdido está en el más lejano extravío[421] quien pone a otros alihah[422] junto a Allah. (117) Invocan a ilahat en vez de a Él, e invocan al rebelde shaytan[423], (118) a quien Allah maldijo y él respondió diciendo: “He de tomar la parte de Tus siervos que esté prescrita. (119) Los extraviaré y les haré albergar falsas esperanzas. Les ordenaré y harán cortes en las orejas del ganado, y alterarán la creación de Allah[424].” Quien tome al shaytan como protector en vez de a Allah habrá caído en la más irremisible perdición. (120) Les hace promesas y les da motivos de esperanza, pero las promesas del shaytan no son, sino engaños. (121) Su morada será yahannam[425]. No encontrarán en él ningún lugar por el que poder escapar. (122) A los que crean y actúen con rectitud les haremos entrar en Jardines por los que fluirán ríos. Allí morarán para siempre. La promesa de Allah es siempre verdadera. ¿Acaso puede haber un discurso más veraz que el discurso de Allah? (123) No será como deseáis vosotros ni como desea la Gente del Kitab[426]. Quien haga el mal recibirá su merecido castigo, y no encontrará, aparte de Allah, ningún protector en quien apoyarse. (124) Y quien actúe con rectitud, varón o hembra, y sea creyente, entrará en el Jardín y no sufrirá injusticia alguna[427]. (125) ¿Quién puede haber mejor en el Din que quien somete todo su ser a Allah, hace el bien y sigue la mil-lah de Ibrahim que era hanifa[428] y a quien Allah tomó como jalil?[429] (126) De Allah es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. Allah tiene bajo Su control[430] todas las cosas. (127) Piden tu veredicto en lo referente a las mujeres. Recuérdales que Allah ya les ha dado Su veredicto sobre ellas. Lo tienen en lo que se les recita del Kitab acerca de las huérfanas a las que no dan lo que está prescrito que les den y, sin embargo, las desean y querrían casarse con ellas simplemente para su satisfacción sexual. De la misma forma que se les ordena que cuiden de los niños desamparados, y que traten a los huérfanos con justicia. Allah es consciente del bien que hagáis. (128) Si una mujer teme hostilidad por parte de su marido o aversión, no incurre en falta ninguno de los dos si intentan llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos, pues en ello hay un bien. En su nafs[431] alberga el hombre la avaricia, pero si mostráis generosidad y temor, sabed que Allah tiene el registro completo de todas vuestras acciones. (129) Por mucho que lo deseéis nunca podréis ser justos con las mujeres, pero no os inclinéis totalmente por una dejando a la otra como suspendida en el aire. Mas si rectificáis vuestra conducta y sois temerosos, sabed que Allah es el Perdonador, el Compasivo. (130) Si se separan, Allah los enriquecerá a ambos con Su abundancia. Allah es el Inconmensurable, el que Juzga con Sabiduría. (131) De Allah es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. De la misma forma que ahora os exhortamos a que toméis en serio las advertencias de Allah, así mismo exhortamos a los que antes habían recibido el Kitab[432]. Mas si encubrís la verdad, sabed que de Allah es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. Allah es en Sí Mismo Suficiente, el Alabado. (132) De Allah es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. Allah basta para proteger a toda la creación. (133) ¡Gentes! Si quisiera, os haría desaparecer y traería a otros en vuestro lugar. Allah tiene la potestad para hacerlo[433]. (134) Quien desee obtener el beneficio de la vida de este mundo que sepa que junto a Allah está el beneficio de esta vida y el de Ajirah. Allah está atento a todo cuanto acontece en Su creación y es consciente de la intención que os mueve a actuar. (135) ¡Creyentes! Conducíos con justicia y dad testimonio por Allah aunque vaya en contra de vosotros mismos, de vuestros padres o familiares más allegados, tanto si son ricos como si son pobres, pues Allah desea para ellos el bien más que vosotros mismos[434]. No os dejéis llevar por vuestros deseos y sed justos. Mas si alteráis el testimonio o evitáis testificar, sabed que Allah tiene el registro completo de todas vuestras acciones. (136) ¡Creyentes! Creed en Allah, en Su Mensajero, en el Kitab que descarga sobre él y en el que hizo descargar antes de él. Quien encubra la creencia en Allah, en Sus malaikah, en Sus Kutub, en Sus Mensajeros y en el Último Día, se habrá perdido en un lejano extravío[435]. (137) En cuanto a esos (los hadu)[436] que creyeron y luego encubrieron la verdad, y después volvieron a creer y la encubrieron de nuevo, aumentando aún más su encubrimiento, Allah no les perdonará ni les guiará al camino. (138) Anuncia a los hipócritas la buena nueva de un doloroso castigo. (139) Esos que toman como amigos y protectores a los encubridores en vez de a los creyentes. ¿Acaso piensan que así alcanzarán prestigio y poder? Que sepan que todo el poder y todo el prestigio pertenecen a Allah. (140) Ya se ha descargado en el Kitab la exhortación a que no os sentéis con la gente que encubre y ridiculiza las aleyas de Allah hasta que no cambien su tema de conversación, pues de lo contrario seríais como ellos. Tened por seguro que Allah juntará a todos los hipócritas y encubridores en yahannam[437] (141) –esos que esperan ansiosos que os ocurra una desgracia. Si Allah os da la victoria, dicen: “¿Acaso no estábamos con vosotros?” Pero si los encubridores consiguen alguna ventaja, les dicen: “Estabais bajo nuestro dominio. Sin embargo, os hemos protegido de los creyentes.” Allah juzgará entre ellos el Día del Resurgimiento. Allah nunca dará a los encubridores la victoria sobre los creyentes. (142) Los hipócritas intentan engañar a Allah, pero es Él quien les engaña. Cuando se levantan para hacer la salah, lo hacen perezosamente y para que les vea la gente. ¡Qué poco es lo que recuerdan a Allah! (143) Oscilan entre la creencia y el encubrimiento, sin decidirse ni por una ni por otro. Para quien Allah extravía no encontrarás camino que le devuelva a la guía. (144) ¡Creyentes! No toméis por amigos a los encubridores en vez de a los que creen. ¿Es que queréis ofrecer a Allah una prueba que claramente os acuse? (145) Los hipócritas estarán en el lugar más bajo del fuego[438] y no tendrán en quien apoyarse. (146) Salvo los que se arrepientan, enmienden su conducta, se refugien en Allah y sean sinceros con su Din. De esta forma, habrán pasado a formar parte de los que creen. Allah dará a los creyentes un inmenso galardón. (147) ¿Por qué habría de castigaros Allah si sois agradecidos y creéis? Allah tiene en cuenta las obras de Sus siervos, y actúa según Su conocimiento. (148) Allah no ama a los que increpan en voz alta con palabras disonantes, salvo cuando el que lo hace ha sido objeto de injusticia. Allah está atento a todo cuanto acontece en Su creación, y actúa según Su conocimiento. (149) Si hacéis el bien abiertamente o en secreto, o perdonáis el mal[439] que os hayan hecho, sabed que Allah es el Indulgente, el que Actúa Según Su Voluntad. (150) Los que reniegan de Allah y de Sus Mensajeros quieren romper la verdadera relación que Allah tiene con ellos, diciendo: “Creemos en unos, pero no creemos en otros.” Piensan que pueden tomar un camino intermedio entre la creencia y el encubrimiento. (151) Esos son los verdaderos encubridores. Hemos preparado para ellos un ignominioso castigo[440]. (152) A los que creen en Allah y en Sus Mensajeros sin hacer distinción entre ellos, a ésos se les dará un merecido galardón. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (153) La Gente del Kitab te pide que hagas descender para ellos un kitab del Cielo. ¡No hay de qué extrañarse! A Musa le pidieron cosas mayores. Le dijeron: “Muéstranos a Allah de forma que Le veamos.” Por su infame demanda el rayo los fulminó. Adoraron al becerro incluso después de que les había llegado la clarificación[441]. Se lo perdonamos y dimos a Musa una indiscutible autoridad. (154) Elevamos el monte por encima de ellos para establecer el pacto. Les ordenamos que entrasen por la puerta con humildad y que no trasgredieran el sábado. Fue un compromiso solemne[442]. (155) Pero violaron su compromiso y negaron los signos de Allah. Mataron a los Profetas sin ningún derecho y dijeron: “Nuestros corazones están incircuncisos[443].” La realidad es muy distinta; Allah les ha sellado el corazón por su encubrimiento –qué pocos son los que creen– (156) y por haber levantado contra Mariam una enorme calumnia, (157) y por haber dicho: “Nosotros matamos al Masih, hijo de Mariam, el Mensajero de Allah.” Mas no le mataron ni le crucificaron, sino que el asunto se tornó confuso para ellos. Los que discrepan al respecto tienen dudas y no siguen, sino sus propias conjeturas, pues con toda certeza que no lo mataron. (158) Bien al contrario, Allah lo elevó hacia Él. Allah es el Poderoso, el que Juzga con Sabiduría. (159) La Gente del Kitab no tienen otra opción que creer en ello antes de morir, y el Día del Resurgimiento él será su testigo[444]. (160) Por la iniquidad de los hadu[445] les prohibimos cosas buenas que antes les habíamos permitido, y por haber obstaculizado a muchos el camino de Allah, (161) y por haberse dedicado a la usura cuando se les había prohibido, y haberse apoderado de los bienes de la gente –nas– con falsedad. Hemos preparado para los que de ellos encubran la verdad un doloroso castigo. (162) Mas a los que estén firmemente asentados en el conocimiento, crean en lo que se ha descargado sobre ti y en lo que se descargó antes de ti, establezcan la salah, den la zakah[446] y crean en Allah y en el Último Día –a ésos les daremos un inmenso galardón. (163) Te hemos inspirado al igual que inspiramos a Nuh y a los Profetas que ha habido después de él. Inspiramos a Ibrahim, a Ismail, a Ishaq, a Yaqub, a las Asbat[447], a Isa, a Ayyub, a Yunus[448], a Harun y a Sulayman. A Daud le dimos un Zabur[449]. (164) Hay Mensajeros de los que te hemos mencionado algunas noticias y hay Mensajeros de los que no te hemos contado nada. A Musa le habló Allah[450]. (165) Todos ellos Mensajeros portadores de buenas nuevas y advertidores para que no tuviera la gente –nas, después de ellos, ningún argumento que esgrimir frente a Allah. Allah es el Poderoso, el que Juzga con Sabiduría. (166) Allah atestigua que lo que se ha descargado sobre ti se ha descargado con Su conocimiento. Los malaikah dan testimonio de ello. Nada se escapa al conocimiento de Allah[451]. (167) Los encubridores y los que ponen trabas en el camino de Allah se alejan extraviados de la verdad[452]. (168) Para los encubridores y los infames no habrá perdón de Allah ni guía[453]. (169) La única guía que recibirán será la que les conduzca a yahannam, donde penarán para siempre. Eso es fácil para Allah. (170) ¡Gentes –nas! Os ha llegado el Mensajero con la verdad de vuestro Señor. Creed, pues, en él. Eso es mejor para vosotros, pero si encubrís la verdad, sabed que de Allah es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. Allah actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría. (171) ¡Gente del Kitab! No estéis tan erróneamente apegados a vuestro din y no digáis de Allah, sino la verdad. El Masih, hijo de Mariam, no fue, sino uno de los Mensajeros de Allah, una orden Suya de creación depositada en Mariam y un Ruh proveniente de Él. Creed, pues, en Allah y en Sus Mensajeros y no digáis tres[454]. Es mejor que abandonéis ese discurso. Allah es el Único Ilah. En Su estado de perfección más allá de toda contingencia no cabe que tenga un hijo. Suyo es cuanto hay en los Cielos y en la Tierra. Allah basta como protector. (172) Al Masih no le causa aversión ser un siervo de Allah ni tampoco a los muqar-rabun[455] de entre los malaikah. Quien por soberbia desdeñe adorarle que sepa que serán todos reunidos para comparecer ante Él. (173) A los que crean y actúen con rectitud se les dará un merecido galardón, y recibirán aún más de Su gracia. Mas a los que desprecien Su adoración y sean soberbios, los atormentará con un doloroso castigo[456] y no encontrarán, aparte de Allah, quien les proteja ni en quien apoyarse. (174) ¡Gentes –nas! Os ha llegado una clara evidencia de vuestro Señor. Hacemos que descienda para vosotros una luz esclarecedora que os haga ver la realidad. (175) Los que crean en Allah y se refugien en Él entrarán en Su rahmah y en Su gracia, y Él les guiará por el camino de rectitud. (176) Piden tu veredicto. Aclárales que Allah les dictamina sobre el parentesco colateral[457]. Si un hombre muere sin dejar hijos, pero tiene una hermana, a ella le corresponderá la mitad de lo que deje, y él hereda todo de ella si ésta no tuviera hijos. Si son dos hermanas, les corresponderá dos tercios de lo que deje, y si hubiera hermanos, varones y hembras, entonces a cada varón le correspondería la parte de dos hembras. Allah os clarifica los asuntos para que no os extraviéis. Allah tiene el conocimiento de todo cuanto existe, y según él actúa.
NOTAS
[378] Ver artículos VII y XVII; apéndice A e Info 11.
[379] Ver referencia F17.
[380] El hecho de que hayamos traducido por lesbianismo el término fahishah فَاحشَة, sustantivo del verbo fahasha فَحَشَ, y que significa –exceso, enormidad, exceder los límites de la rectitud, realizar actos prohibidos por Allah, se debe a la información que nos llega de la aleya 16 de esta misma sura. Veamos la secuencia. En la aleya 15 se habla de “vuestras mujeres” y se presenta el caso de que hayan cometido fahshah, algún tipo de indecencia. Podría caber la posibilidad de que se esté refiriendo con este término a la fornicación o al adulterio, pero en ese caso también se mencionaría el castigo que deberían sufrir los hombres con los que hubieran cometido esa indecencia. Sin embargo, sólo se menciona el castigo para las mujeres. Por otra parte, en la aleya 16 se plantea el caso de que dos (hombres) al-ladhani الَّذان (forma dual masculina) hubieran cometido la misma indecencia. Si este dual se entendiera como referido a un hombre y una mujer, no tendría sentido repetir el mismo caso que en la aleya 15. Mas si en la aleya 15 se estuviera haciendo referencia a la indecencia entre mujeres, al lesbianismo, a la homosexualidad, entonces en la aleya 16 se estaría haciendo referencia a la misma indecencia, pero entre hombres al-ladhani الَّذان (forma dual masculina). Y para ellos también habría un castigo, aunque no se especifica en la aleya, sino que más bien se deja al Profeta (s.a.s) y a la comunidad de creyentes el decidirlo. Ahora ambas aleyas tienen sentido y una explica a la otra –la aleya 15 se refiere a las mujeres que cometan la indecencia de practicar el lesbianismo, y la aleya 16 se refiere a los hombres que cometan esa misma indecencia.
Por otra parte, es lógico que sea así, pues las perversiones sexuales no han cesado de extenderse por las diferentes sociedades humanas. Hoy vemos cómo la corrupción sexual ha llegado a unos niveles que harían sonrojar a los conciudadanos de Lut. El Qur-an no podía eludir un problema social de esta envergadura.
[381] Ello significa que los herederos del fallecido no deben considerar a su viuda como parte de la herencia. Tras la muerte del marido, la viuda es libre de vivir donde más le plazca y casarse con quien elija después de que haya transcurrido su periodo de espera.
[382] El Qur-an aclara en esta aleya que si se diera esta situación es una gran falta ante Allah que se utilice la calumnia y se acuse a la esposa a la que se quiere divorciar de haber cometido alguna indecencia para de esta manera exigirle la devolución de la dote.
[383] Hoy nos parecen obvias estas prohibiciones, pero no deberíamos perder de vista el hecho de que únicamente en el Qur-an se especifiquen. No existe ningún otro libro en el que de forma detallada se nos aclare con quién podemos y con quién no podemos casarnos. Hoy, el Qur-an es la única referencia que tiene el hombre para guiarse y responder a los interrogantes de su tiempo. Ver esquema 25 y su texto.
[384] Algunos estudiosos del Qur-an ven en esta aleya la prueba de que no puede haber lapidación por cometer adulterio o fornicación, ya que si la esclava recibe la mitad del castigo que la mujer libre y a la mujer libre se la lapida, ¿cuál podría ser la mitad de morir lapidada?
[385] Ver artículo XIX y esquemas 2 y 8.
[386] Una traducción literal de la expresión wa la taqtulu anfusaqum ولا تَقْتُلوا أَنْفُسَكُم podrí ser –no os matéis entre vosotros o no os matéis unos a otros. Pero también se podría interpretar como –no os matéis a vosotros mismos en el sentido de dañaros con la avaricia que os hace trabajar en demasía para atesorar más y más riqueza (hoy el estrés es una de las principales causas de muerte en occidente y es, de alguna forma, un tipo de suicidio). Y de la misma forma, ese amor desmesurado por el dinero puede llevarnos incluso al crimen para obtenerlo. En sentido general, Allah el Altísimo nos exhorta a que seamos compasivos con nosotros mismos y con los demás, y a que no nos causemos ni causemos daño a nadie.
[387] Ver referencia F17.
[388] Esta es una de las muchas referencias a la envidia. La envidia es una falta grave y, al mismo tiempo, un error propio de la subjetividad humana. Ansiamos lo del otro sin darnos cuenta de que lo que tenemos es lo mejor para nosotros. Ver artículo VIII y esquema 6.
[389] Ver referencia F17.
[390] Ver artículo XII y cuadro C3.
[391] Ver Info 22.
[392] En esta aleya todavía no se han prohibido las bebidas alcohólicas. Cada vez se irá haciendo más patente que ingerir este tipo de sustancias es incompatible con la salah en particular y con el Din de Allah en general. De esta forma se continúa por un tiempo. En la aleya 219 de al-Baqarah se advierte de que a pesar de que pueda haber algún bien en los juegos de azar y en las bebidas alcohólicas, es mejor renunciar a ello; hasta que en la aleya 90 de la sura 5 –al Maidah la prohibición es tajante y absoluta.
Por otra parte, en esta aleya se introduce la noción de tayammum como la opción a la falta de agua para hacer el wudu.
[393] Ver apéndice P.
[394] Ver artículo XIV y esquema 19.
[395] El término ra’ina راعِنا lo podemos hacer derivar del verbo ra’a رَعَى que significa ocuparse plenamente de sus asuntos, atender a algo con sumo cuidado y atención, como en la frase فما رَعَوْها حَقَّ رعايَتِها no se ocuparon de ello con el debido cuidado. La forma IV de este verbo es ar’a أَرْعَى, y el imperativo en segunda persona del singular (tú) es ra’i راعِ –escucha, atiende; si añadimos la forma pronominal “a mí”, el imperativo sería ra’ini راعِني o ra’ina راعِنا si la forma pronominal fuese “a nosotros”, que es como aparece en la aleya coránica –escúchanos, ten a bien atendernos. Era una forma de cortesía que utilizaban los árabes cuando querían hablar con alguien importante: راعِني سمعك واسمع غير مسمع –préstame atención y escúchame si ello no te causa molestia o es un inconveniente (en el sentido de que no estás obligado a ello).
Sin embargo, también podemos hacer derivar el término ra’ina راعِنا del verbo ra’ana رَعَنَ, en el que la nun ن es la tercera radical del verbo y no la forma pronominal “a nosotros”, y cuyo significado es estupidez, necedad, decir mentiras.
Los judíos utilizaban ra’ina راعِنا como una forma de insultar al Profeta y a los musulmanes, pronunciándola de forma que pudiese entenderse como –ten a bien escucharnos, atiéndenos o como estupidez, no nos cuentes mentiras ni necedades. Para evitar esta malsana ambigüedad, el Qur-an prohíbe a los creyentes utilizar este término y cambiarlo por undhurna أُنظُرْنا.
[396] Es decir, antes de que les anulemos social y espiritualmente.
[397] Ver en el artículo XX la parte que habla de los dos hijos de Adam (pag. 54 y siguientes).
[398] En árabe se ha expresado la imposibilidad de que Allah el Altísimo pueda juzgar injustamente a nadie con la palabra fatila فَتيلًا, que es el nombre que recibe la finísima piel que recubre el hueso de dátil.
[399] Ver cuadro C4.
[400] Es tal la envidia que devora el corazón de los judíos, que prefieren estar con los idólatras antes que con los creyentes musulmanes. No pueden soportar que Allah el Altísimo divorciara a la ummah judía y la maldijera por boca de Daud y de Isa. Para enmendar la nefasta actitud que les ha llevado a ese divorcio y a esa maldición no les ha ocurrido otra cosa que provocar aún más la ira de Allah, negando a Muhammad (s.a.s) y rechazando el Qur-an.
[401] Una de las características más sobresalientes del envidioso es la avaricia, la codicia, la tacañería –atributos estos propios de los judíos.
[402] Esta aleya está conectada con las aleyas 7:169, 40:53, 42:14. Ver artículo XX.
[403] Ver referencia F17.
[404] Ver apéndice P.
[405] Ver cuadro C4, artículo XIX y esquemas 2 y 8.
[406] Ver apéndice O.
[407] El narrador introduce esta noticia hablándole al Profeta (s.a.s) directamente, hablando de ellos y refiriéndose a Allah en tercera persona del singular. Ver artículos III y XXII.
[408] Los judíos siempre han sostenido que Allah les mandó matarse unos a otros (los inocentes a los que habían adorado el becerro). Pero Allah no les mandó tal cosa, sino que les perdonó como queda de manifiesto en la siguiente aleya: y cuando Musa dijo a su gente: “¡Oh gente mía! En verdad que habéis echado inmundicia sobre vosotros mismos al adorar al becerro (y tomarlo por un dios); así pues, volveos arrepentidos a vuestro Creador y mataos unos a otros, eso es mejor para vosotros ante vuestro Hacedor.” Pero Él tuvo misericordia de vosotros; en verdad que Él es el que se vuelve con el Perdón, el Compasivo. Musa les ordenó matarse, pero Allah el Altísimo les perdonó. En la Aleya que nos ocupa, Allah desmiente a los judíos y al mismo tiempo les recuerda que de habérselo ordenado muy pocos lo habrían cumplido, ni eso ni abandonar sus casas; mientras que los Compañeros del Profeta Muhammad (s.a.s) estaban siempre dispuestos a dar sus vidas por la causa de Allah, y los emigrantes dejaron atrás sus hogares y todas sus posesiones para seguir al Mensajero de Allah (s.a.s).
[409] Ver cuadro C4.
[410] Ver artículo XIII.
[411] Ver esquema 25.
[412] Ver Info 3.
[413] Ver referencia F17.
[414] Esta es la situación que estamos viviendo desde hace varias décadas. Estados Unidos y Europa están destruyendo los países musulmanes –Túnez, Libia, Egipto, Siria, Iraq, Afganistán, y ahora Irán, con el apoyo de los países sunníes, quienes se justifican diciendo que esos gobiernos no son creyentes o son chiitas y, por lo tanto, se les puede masacrar o ayudar a que los masacren. Pero lo que ello significa a la luz del Qur-an es que todos los gobiernos sunníes y la mayoría de sus poblaciones son de los hipócritas: Quien mate a un creyente intencionadamente se habrá ganado yahannam.
[415] Ver apéndice E.
[416] Ver referencia F17.
[417] En esta aleya Allah el Altísimo alecciona a los musulmanes sobre cómo hacer la salah en circunstancias hostiles bien por estar en guerra o bien por temer que el enemigo pueda asaltarles en algún momento de su marcha.
[418] Ver referencia F17.
[419] Ver artículo XV.
[420] Ver artículo XIV, cuadro C1 y esquema 19.
[421] Ver apéndice O.
[422] Alihah آلِهاة es el plural de ilah إله, e ilahat إلاهات es su femenino plural.
[423] Ver cuadro C3.
[424] Iblis dice “Tus siervos”, pero a continuación habla de Allah en tercera persona: y alterarán la creación de Allah. No dice “Tú creación.” Ver artículo XXII e Info 7.
[425] Ver referencia F17.
[426] Ver artículo XIV y esquema 19.
[427] En este caso, la imposibilidad de que Allah el Altísimo pueda juzgar injustamente a nadie se ha expresado con la palabra naqir نَقِير, que significa –la estría del hueso de dátil, o lo que podría caber en ella; algo realmente insignificante.
[428] El término hanif حَنيف deriva del verbo hanafa حَنَفَ que significa –inclinarse por o hacia algo. Y la forma hanif حَنيف significa –inclinarse por un estado o tendencia correctos, tener un estado o tendencia correctos. De ahí que se aplique este término a quien a través del iytihad (investigación, reflexión, esfuerzo) llega a la clara convicción de la existencia de un solo Creador y se somete totalmente a Él.
[429] Ver artículo XI y XX.
[430] Ver artículo IV y V.
[431] Ver artículo XVIII.
[432] Ver artículo XIV.
[433] Ver apéndice J.
[434] El escenario podría ser el siguiente: Dos personas o dos partes están en litigio por un asunto que incumbe a terceros. Allah el Altísimo nos advierte que seamos justos cuando se dé esta situación y alguno de nosotros sea testigo en ese litigio. Podría ser que nuestra testificación fuera en contra de nuestros intereses o el de nuestros más allegados y pensásemos que mintiendo o deformando u omitiendo algo de nuestro testimonio favoreceríamos a nuestra parte en el litigio. Sin embargo, Allah nos recuerda que Él es el Más Justo y la justicia es el mayor bien para unos y para otros. Si se hace justicia, ambos litigantes o ambas partes saldrán beneficiados.
[435] Ver apéndice O.
[436] Ver Info 18.
[437] Ver referencia F17.
[438] Ver referencia F17.
[439] Y os abstenéis de hacer mal a otro.
[440] Ver referencia F17.
[441] Ver artículo XX, Info 20 y esquemas 20 y 23.
[442] Ver artículo XX e Info 25.
[443] Están cerrados, como el prepucio incircunciso, y no pueden entrar en ellos vuestras palabras.
[444] Ver artículo XX y referencia F16.
[445] Ver Info 18.
[446] Ver Info 19.
[447] Ver artículo XX.
[448] Ver artículo XX.
[449] Ver artículo XX, apéndice C, esquemas 20 y 23.
[450] Ver artículo XX.
[451] El narrador habla de los malaikah y de Allah en tercera persona, no son ellos los que hablan. Ver artículo III y XXII.
[452] Ver apéndice O.
[453] Ver referencia F17 y artículo XIII.
[454] Ver artículo XX y referencia F16.
[455] Ver apéndice K.
[456] Ver referencia F17.
[457] El término kalalah الكَلالَة significa literalmente la persona que ha muerto sin tener hijos y cuyos padres y abuelos han muerto; por ello, hemos preferido traducirlo por parentesco colateral, es decir, todos los parientes que no están en línea directa, ascendente y descendente, del fallecido –padres, abuelos, hijos, nietos, etc, sino que tienen un parentesco colateral –hermanos y hermanas.